Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional estadounidense, dijo que la administración de Joe Biden tiene “profundas preocupaciones” sobre la respuesta inicial del régimen de Xi Jinping a la crisis del coronavirus. En este sentido, los norteamericanos pidieron que China “ponga a disposición sus datos desde los primeros días del brote”.
Tras la cumbre de la OMS en Wuhan, ciudad china en la que se originó el Coronavirus, y luego de la determinación del ente multilateral en la que aseguraron que “no fue formado en un laboratorio”, los ojos se encuentran puestos en la respuesta del gobierno de Xi Jinping al primer brote. Sullivan expresó su “profundo respeto” por la OMS, pero dijo que proteger su credibilidad es “una prioridad absoluta”.
Los dichos del asesor de Joe Biden llegaron luego que las autoridades chinas se negaran a dar a los investigadores de la OMS información personalizada sobre los primeros casos de COVID-19 que podrían ayudarlos a determinar cómo y cuándo comenzó a propagarse el coronavirus en China.
La reticencia china a presentar esa información se suma a las preocupaciones de muchos gobiernos y científicos extranjeros sobre la falta de transparencia del país a la hora de colaborar con la búsqueda de los orígenes de la pandemia.
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