El hallazgo corresponde a investigadores del Instituto de Virología José María Vanella, de la Universidad Nacional de Córdoba, que realiza un monitoreo ambiental del agua residual desde los inicios de la pandemia.
Los rastros de variante Delta se encontraron en la planta de tratamiento de aguas cloacales de Bajo Grande, a 25 km de Córdoba Capital. El Ministerio de Salud de la Provincia ya analiza qué medidas tomar en base al informe donde se revela el descubrimiento, según indicó Perfil Córdoba, que accedió al documento.
Debido a que el virus SARS-CoV-2 se elimina en las heces, los investigadores del Instituto Vanella realizan análisis periódicos de las aguas cloacales desde principios del 2020 con el objetivo de adelantar escenarios epidemiológicos: por ejemplo, puede ayudar a predecir olas epidémicas y brotes aislados.
La técnica de monitoreo ambiental “permite comprender qué virus están circulando en la población“, indicó a Perfil Córdoba Gisela Masachessi, quien lidera el equipo que realiza esas tareas. “Una cosa es buscar las nuevas variantes en la clínica y otra es buscarlas en las aguas residuales”, planteó.
La variante Delta en las aguas residuales se encontró mediante la técnica de identificación de variantes en tiempo real, que permite “aplicar la tipificación de variantes, también en las aguas residuales que están dando positivas para Sars-CoV-2”.
“Este estudio refleja la curva epidémica basada en casos clínicos y es predictiva. Cuando detectamos un positivo en cloacas nos anticipamos una o dos semanas a lo que ocurrirá con el virus, algo que ya pudimos comprobar tanto en la primera como en la segunda ola”, explicó Masachessi previo al hallazgo en diálogo con Perfil Córdoba.
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