demás de instaurar nuevas formas de higiene y cuidado sanitario, la pandemia modificó las prácticas sociales, laborales y culturales. En este contexto, el secretario General del Colegio de Psicólogos de Rosario, Ángel Fernández, conversó con Lo Mejor de Todo por Radio Boing.
“El cambio fue tan rotundo y radical que tuvimos consecuencias de todo tipo. Inclusive, algunas aún no las pudimos medir. La modalidad home office no tiene fuerza material para ser causa de situaciones. Es una contingencia que pone a prueba la estructura de las relaciones humanas y sociales. Es decir, las relaciones que uno mantiene consigo mismo y con los otros”, comenzó el experto en diálogo con Sergio Gómez Quintana.
Luego, sostuvo que el “orden causal” es “inverso”: “Esta modalidad de laburo no tiene consecuencias sobre el lazo social, sino que el lazo social tiene consecuencias sobre ella. Encuentra un modo de reformulares y asentar sus características, tanto las malas como las buenas”.
“La relación simbólica con los otros siempre depende de otros elementos. Quien tiene disposición a no relacionarse, no lo va a hacer por computadora ni presencialmente. Hay que ver los casos, pero en general el problema del lazo con el otro no tiene que ver con la ausencia, sino con la posición subjetiva del lenguaje, de los objetivos y lo que quiere conseguir”, añadió.
Asimismo, afirmó que el confinamiento “puso en evidencia la fragilidad y la fortaleza de la estructura subjetiva”. “Creo que hay una satisfacción sufriente en el abandono, hay que interrumpir este goce y desafiarnos. La pandemia propone muchos desafíos, entre ellos, cómo auto limitarse”, siguió.
“Nos obligó a que quedara en nosotros la responsabilidad de bañarnos, cambiarnos, levantarnos y trabajar. Ya no estaba el otro en el medio”, ejemplificó.
Por último, sostuvo: “Hay personas que realmente lo vieron como un avance y otra que incluso tuvieron más eficacia. La contingencia de la pandemia y la particularidad del home office ponen a prueba que es la cuestión de la posición subjetiva de lo real. Los efectos no se pueden reducir a algo bueno o malo, hay que tener en cuenta cada caso”.
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