Esta semana se realizó el remate del primer lote de soja, tradicional evento de la Bolsa de Comercio de Rosario, y allí Omar Perotti se mueve como pez en el agua. Con buena relación con los agentes y los dirigentes del centro de operaciones y comercializaciones de granos y acciones de la región, nacionalizó su discurso, fue crítico con Alberto Fernández y profundizó su agenda en materia productiva.
Perotti viene buscando su horizonte en esta empresa que tienen los gobernadores de Santa Fe de tener que definir su futuro a corto plazo por no contar con la posibilidad de la reelección. Y entró en el tercer año de su gestión, momento en que todos empiezan a perfilar si encuentran competencias en el cuadro nacional, o buscan retener y alambrar la provincia de Santa Fe.
La política local nos permite especular con las fechas de elecciones y que pueda jugar ambos partidos, como ya sucedió en 2015 y en 2011. En aquellas oportunidades, Perotti fue primero candidato a gobernador y, tras la derrota en las urnas santafesinas, se postuló a diputado nacional en 2011 y luego a senador nacional en 2015.
Su bastión para la gestión es su visión productiva del territorio santafesino y es donde él se siente cómodo a la hora de los discursos. Pidió que el modelo de Santa Fe se tome como ejemplo para el país, que se genere mayor desarrollo productivo para salir de la pobreza estructural que sufre la Argentina y aseguró que no le molestan las diferencias con el gobierno central porque muchas veces aportan soluciones.
El acuerdo con Cristina Fernández de Kirchner en el cierre de listas del 2019 no fue un hecho casual ni aislado. Perotti construyó, desde las diferencias, una confianza con la ex presidenta que le permitió asegurarse puestos clave en los acuerdos electorales desde hace una década.
En 2011, cuando fue candidato contra el kirchnerismo duro en la interna contra Agustín Rossi en la provincia y fue derrotado, fue la misma CFK quien lo eligió para encabezar, tan solo unos meses después, su lista para diputado nacional. Y desde entonces ese tándem ha funcionado de manera aceitada y siempre que las cosas se pusieron tensas, espalda con espalda se han abroquelado.
Hasta en 2019, con Rossi pidiendo pista y sabiendo de la relación entre la vicepresidenta y el Chivo, ese tándem no se quebró. Cristina eligió al gringo piamontés de Rafaela por sobre el jefe de bloque de diputados nacionales más importante que tuvo el kirchnerismo en sus primeros 12 años y que le permitió sacar tantas leyes de la Cámara baja.
La liga de gobernadores peronistas tiene reuniones constantes y plantean una visión diferente de construcción a la que pretende Alberto Fernández, que consiguió el aval de la CGT, del Movimiento Evita y del massismo para seguir engordando sus bases de poder. En ese esquema, el perfilado para al menos sentarse en una mesa de discusión de cara al 2023 es el mismo Perotti por su relación con CFK y por su perfil en la paleta de los grises antes las discusiones profundas.
El peronismo en la provincia vive momentos convulsionados porque La Cámpora y el sector de María Eugenia Bielsa rompieron el bloque en la la Cámara de Diputados de la provincia. Marcos Cleri jugó fuerte, le quitó dos bancas al bloque que conduce Leandro Busatto, y Paola Bravo y Matilde Bruera fundaron el espacio “Lealtad Kirchnerista” para jugar apartadas en las decisiones legislativas.
Este método de ruptura viene de la mano del fortalecimiento del espacio del kirchnerismo duro de cara al 2023 y fue una decisión nacionalizada, casi como efecto dominó de lo que sucedió en el Senado nacional. No cayó bien la salida de Bravo y Bruera, aunque poco pudo hacer el resto de los dirigentes ante la decisión tomada y el aval del resto del cuerpo legislativo. La relación de Cleri con Perotti, por cierto, es muy buena y fluida, y por el momento no se expresaron respecto a lo sucedido.
El gobernador sabe que el partido nacional ya se está jugando, mientras se especula con su candidatura, primero, a diputado provincial para garantizarle los 28 diputados al peronismo. Quizás, como ocurrió antes, pueda estar disponible después para las ligas mayores.
Persuación y gestos para el socialismo
En la sesión preparatoria de la Cámara de Diputados se confirmó que continuará en la conducción el Partido Socialista de la mano de Pablo Farías. Desde el fallecimiento de Miguel Lifschitz ha habido distintas encerronas para quitarles el poder de la Presidencia. Sin embargo, ha logrado los acuerdos necesarios para no perderla.
Ha sido clave la participación de algunos radicales que, a pesar de las diferencias, mantuvieron el código de que quien es vencedor en las elecciones ostenta la titularidad del cuerpo. También el PRO ha acompañado esta visión y eso le ha permitido sortear algunos intentos de ser desbancados.
Pero lo jugoso se dio después en el despacho de Presidencia. Carolina Losada y Dionisio Scarpín, senadores nacionales del espacio radical de Julián Galdeano, acercaron la propuesta para presentar un proyecto en la Cámara alta nacional y entregarle la mención de honor Domingo Faustino Sarmiento a Miguel Lifschitz.
Con ese cometido, Clara García, viuda del ex gobernador, y Joaquín “Popi” Blanco, presidente del Bloque socialista, se sentaron en la misma mesa junto a Farías, Galdeano, y los senadores. El cónclave duró alrededor de 40 minutos, en los cuales se habló del proyecto y se mostraron muy agradecidos con la idea, pero también se dialogó sobre el rumbo de la política en la bota santafesina.
Según los presentes, no se detallaron ideas de un posible frente en común, pero sí ambas partes insistieron en que hay una necesidad de trabajar en una agenda programática en común lo más cercana posible, con visión provincial y también con diálogo en el Congreso nacional entre los sendores y los diputados nacionales socialistas Mónica Fein y Enrique Estévez.
Por otra parte, la mesa nacional de Juntos por el Cambio se conformó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para nacionalizar las políticas que hoy se vienen llevando adelante. Federico Angelini, vicepresidente del PRO en el país y referente santafesino de Juntos por el Cambio, es integrante de ese grupo de coordinación y, además de una agenda productiva y de recuperación de empleo genuino, también está destinada a construir políticamente en todo el territorio.
En esa mesa está Gerardo Moráles, actor fundamental del radicalismo, también Miguel Ángel Pichetto, el ex ministro de Trabajo Jorge Triaca, entre otros. También en miras a lo nacional, buscan reuniones con diferentes sectores de la sociedad civil y hasta se dialoga sobre este frente de frentes similar al que logró en Mendoza y en Jujuy este acuerdo.
La oposición busca fortalecerse en medio de una crisis económica e institucional grave, con miras a no desviarse de las necesidades cotidianas de un pueblo que ve que la salida post pandemia está generando rupturas en todos los sectores políticos, muchas veces alejadas de esa realidad. A río revuelto, ganancia de pescadores, y por eso los armadores locales intentan profundizar las relaciones.
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