El peronismo está en ebullición. Ya sabemos que para algunos sería una situación de ruptura, pero el PJ se está reproduciendo. La tensión entre los sectores de Cristina, Massa y Alberto se profundizaron de cara al cierre de alianzas, donde se definió que el Frente de Todos pase a ser Unión por la Patria. Juntos por el Cambio decidió seguir con la misma marca con la que trabajó hasta acá, aunque la interna tampoco tiene mucho que envidiarle al oficialismo. Se vienen 9 días frenéticos hasta el sábado 24 de junio, día del cierre de listas.
A través de consultas cruzadas con integrantes del ahora ex Frente de Todos y trabajos de focus groups para medir la temperatura, el peronismo eligió un nuevo nomenclador para su frente político heterogéneo. Unión por la Patria, con logo y todo, salió a la luz durante la tarde de ayer y generó aceptaciones y rechazos en las redes sociales. La tensión entre los distintos actores que lo integran va creciendo. Armadores, y los que quieren ser candidatos, están lejos de ponerse de acuerdo con las estrategias, a pesar de que se mencione públicamente la posibilidad de que haya una lista de unidad.
Alberto Fernández armó un tándem con Daniel Scioli, apuntalado por su trabajo en Brasil, y con Agustín Rossi. Hasta puede surgir una fórmula desde allí, aunque ambos están lanzados en la carrera presidencial. El “pichichi” tiene hasta cartelería por todo el AMBA y publicidades en redes sociales que lo posicionan. A ese esquema se suma el Movimiento Evita, la CGT en sus vertientes y algunos dirigentes como Aníbal Fernández, Victoria Tolosa Paz y Santiago Cafiero. Desde ese sector se intenta entablar un diálogo con los gobernadores peronistas del interior, aunque por ahora sin éxito.
Desde el otro lado CFK, Massa y La Cámpora construyen unidad con las figuras del ministro de Economía y del ministro del Interior. En las últimas horas, número de inflación mediante, se desinfló la chance de que el oriundo de Tigre pueda encabezar una fórmula y emerge la figura de Wado De Pedro para liderar el proceso. Su relación con los gobernadores, la incipiente campaña disruptiva en donde juega con su condición de tartamudo y usa su parecido con Esteban Lamothe, y la banca de la militancia y de Cristina, lo colocan en un lugar expectante de cara al 24.
Los gobernadores, al menos hasta ahora, no han recibido un llamado para sentarse en una mesa de diálogo. La unidad que se pretende con ellos no es recíproca, ya que los invitan a una fiesta con el cotillón comprado y la mesa servida. Los dos sectores peronistas están buscando persuadirlos, pero por ahora no hay acercamientos certeros más allá de los dichos en los medios nacionales. Juan Manzur, de hecho, tiene todo listo para lanzar su propia candidatura la semana próxima, sumándose a Wado, Scioli y Grabois.
Hasta acá la única novedad de este cierre de alianzas en el peronismo fue el cambio de nombre, lo que indica que la rosca está al rojo vivo. El derrotismo en muchos sectores por la falta de liderazgo del presidente quedó atrás y los dirigentes calientan motores para competir nuevamente.
En Juntos por el Cambio las disputas tampoco son menores. La feroz interna entre Bullrich y Rodríguez Larreta tuvo una semana intensa y se avisora una recta final con mayor voltaje. La ampliación de las bases electorales hizo que haya riñas tanto en público como en privado, y la consecuencia fue la incorporación de José Luis Espert a pesar del poco convencimiento de algunos integrantes del frente.
Echada por tierra la idea de Juan Schiaretti, que armó su ancha avenida del medio con Randazzo, distritales de distintas provincias y el Partido Socialista, JxC se limita a cerrar las candidaturas la semana próxima. El jefe de Gobierno porteño ya tiene su ladero para que lo acompañe en la boleta presidencial: el jujeño Gerardo Morales, gobernador de su provincia y presidente de la Convención de la UCR. El acuerdo se gestó hace un año, acompañado de la figura de Martín Lousteau, y a pesar de las intenciones del norteño de ser candidato a presidente, finalmente bajó sus expectativas para apuntalar al sector de las palomas.
Los halcones, mientras tanto, buscan un candidato a vice para Bullrich. La idea era un dirigente radical del interior para contrarrestar el porteñocentrismo de Patricia, pero en las últimas horas emergió la figura de Carlos Melconian como uno de los tentados para que la acompañe en la fórmula. El economista trabajó durante el gobierno de Mauricio Macri y se fue en buenos términos, y el ex presidente lo propuso en una mesa, lo tentó y ahora la pelota está en su cancha. La figura de Javier Milei, que vino a ser una piedra en el zapato para JxC, obliga al espacio más duro a radicalizar sus postura y a buscar exponentes que lo puedan enfrentar con argumentos en los debates y las conversaciones públicas sobre economía y finanzas nacionales.
Los radicales están discutiendo si habrá o no candidato de la UCR en las próximas elecciones. Hay poco tiempo para construir un candidato, caído Moráles y desinflado Facundo Manes, el camino parece ser fortalecer los territorios propios y ampliar las posibilidades en Córdoba, Santa Fe y CABA con Luis Juez, Losada o Pullaro acá y Lousteau en Capital.
Falta mucho para el cierre de listas, y cada distrito se juega la mitad de sus diputados nacionales y un tercio de las provincias ponen en juego sus bancas en el Senado. A diferencia de otros años, las estructuras se acomodarán más de abajo para arriba, apuntalando figuras locales y en busca de músculo político en cada ciudad y provincia. La nueva generación empuja a los históricos a que tomen definiciones y el frenético proceso hasta el 24 va a ser para alquilar balcones.
Comentarios