El cierre del 2° Congreso Argentino de Semillas, organizado por la Asociación de Laboratorios Agropecuarios Privados (ALAP) , presentó paneles en los que el foco fue el impacto de las nuevas tecnologías, en el análisis y producción de semillas de calidad y en los desafíos presentes y futuros en materia regulatoria.
El mejoramiento genético de semillas es una actividad que históricamente ha estado ligada a la selección de variedades o cultivares tolerantes a condiciones bióticas y abióticas buscando una mayor productividad. Las innovaciones y desarrollos tecnológicos aceleran este proceso obteniendo nuevas semillas de calidad.
Precisamente, esa fue la base de dos de los paneles con los que cerró el 2° Congreso Argentino de Semillas, realizado en la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba (FCA-UNC) y que contó con la participación de más de 400 personas (entre presenciales y virtuales). “Análisis de calidad de semillas” y “Producción de semillas de calidad e innovaciones tecnológicas” fueron los títulos de estos paneles que contaron con la participación de numerosos expertos, y en los que se abordaron temas relacionados a los avances tecnológicos en el análisis y la obtención de semillas de calidad, centrado en prácticas sustentables.
“Vimos cómo las innovaciones tecnológicas están transformando la manera de evaluar la calidad de las semillas, optimizando los procesos en la producción de semillas y promoviendo la eficiencia y precisión de los resultados”, resumió la presidenta de ALAP Ivana Urbinatti.
La inteligencia artificial también llega a las semillas
Entre los avances destacados, se presentaron herramientas que mejoran la eficiencia y calidad de los procesos como el uso de inteligencia artificial, análisis espectroscópicos y tecnologías de imágenes digitales que permiten realizar evaluaciones más precisas, rápidas y no destructivas de las semillas.
“La necesidad de tecnologías no invasivas que sean capaces de revelar información sobre el estado fisiológico, molecular, bioquímico o morfológico del interior de la semilla es de importancia primordial”, agregó Bert van Duijn, presidente de Nuevas Tecnologías de ISTA, investigador y disertante principal del eje temático.
Del mismo modo, en lo que respecta a la incorporación de tecnología para lograr una mayor sustentabilidad en la cadena agrícola, desde el proceso de selección y mejoramiento genético, se hizo foco en cómo puede colaborar la industria semillera para reducir la huella de carbono en los procesos productivos y aportar a la mitigación del cambio climático. Se mostraron varios casos de estudios relacionados a esta temática, por ejemplo, a través de la incorporación de los subproductos de la industria semillera a modelos de economía circular, o al reemplazo de productos químicos por otros de origen biológico para el tratamiento de semillas.
“Se abordaron los desafíos que la cadena de producción de semillas debe atravesar para sumarse a la sustentabilidad agrícola, garantizando productos de calidad, con la premisa de proteger los recursos para las nuevas generaciones y reducir los riesgos al medio ambiente”, enfatizó Urbinatti.
El marco legal de las semillas
La cadena semillera tiene un debate pendiente: la actualización del marco regulatorio mediante la Ley de Semillas, necesaria para que todas estas innovaciones puedan avanzar y lograr resultados satisfactorios.
En el panel “Desafíos presentes y futuros en el marco legal y regulatorio” se debatió la temática de control y trazabilidad en el comercio de semillas, con la participación de toda la cadena de valor de semillas y el estado a través del Instituto Nacional de Semillas (INASE).
Otro de los temas fue el marco jurídico para las creaciones fitogenéticas, se analizaron los mitos y verdades de la convención UPOV Acta 1991. La Argentina se encuentra debatiendo sobre la necesidad o no de adherirse a la misma. Yolanda Huerta, secretaria General Adjunta de la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV), fue quien disertó al respecto y resaltó su visión de que adherir a UPOV 91 significa el acceso a la mejor tecnología genética disponible para todos los productores.
Lo que el CAS 2024 dejó
“Este fue el Segundo Congreso que organizamos desde la Asociación, realmente vemos el interés y la importancia que existe en tanto por los temas tratados, disertantes, participantes y sponsors que nos acompanaron”, resaltó Urbinatti, al tiempo que agradeció la colaboracion de todos los que hicieron posible este encuentro, en el que la semilla fue la protagonista y lo “que permitió analizar y ofrecer tecnología, avances científicos y desarrollos profesionales que demuestran el potencial productivo que tenemos como país referente en la región y el mundo”.
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