Lali Espósito celebró la llegada de la segunda temporada de “El fin del amor”, la serie que protagoniza para Amazon Prime. El proyecto basado en el libro “El fin del amor, querer y coger” de Tamara Tenenbaum se estrenará el próximo 16 de abril por la plataforma azul.

En una sentida charla con Guido Zaffora para DDM, la cantante pop revivió como fue grabar el proyecto y el paralelismo de su personaje con su vida real y con su relación con Pedro Rosemblat.

Sobre “El Fin del amor”, Lali adelantó el nuevo camino que afrontara Tamara en la siguiente temporada: “Este personaje pasa por más cosas, se hace más preguntas y entra en unos pozos terribles. Es una serie en donde se dicen muchas cosas, se habla de muchos temas que quizás no se abordan en todas las series”.

La cantante recordó que los inicios de su relación con el conductor de Gelatina fueron finalizando el rodaje de la serie: “En las últimas semanas de rodaje de la segunda temporada, cuando Tamara se enamora del personaje que encarna Daniel Hendler, que se llama Gustavo y le viene a traer ese formato de amor que ella tanto detestaba, ahí me estaba enganchando con Pedro”.

Entre risas, contó como sintió que los directores del proyecto “le estaban haciendo una broma” al notar el paralelismo de su relación con el del que vivía su personaje. Además, contó lo cómodo que está su pareja frente a las escenas que le tocan interpretar, lo cual no siempre suele ocurrir con las parejas de actrices.

“Pedro tiene muy resuelto el tema de tener una novia haciendo escenas de sexo. En esta segunda temporada hay muchísimo sexo entre los personajes, y él, como corresponde porque es mi trabajo y es lo que soy, disfruta mucho de esas aristas de mi trabajo. Una es actuar y hacer escenas así”, sostuvo destacando lo mucho que a su pareja “le encanta” su faceta de actriz.

“Sería raro amar y que no te banquen. Somos muy compañeros”, agregó.

La artista de 33 años conmovió al hablar del amor y la relación que mantiene con sus fanáticos y aquellos que la reconocen en su día a día: “Siento el amor muy profundo de la gente, -cuando la saludan- saludan a un familiar. Soy como una prima, una tía o una hermana”.

Sobre la cultura de la cancelación que recientemente tuvo que padecer, Lali hizo hincapié en “el yo real y el yo virtual” señalando que la terapia le enseño a diferenciar su verdadera personalidad de como la muestran en redes sociales: “Estamos muy metidos en quiénes somos de las redes para afuera, que es lo natural, estamos todos jugando ese juego y podemos perder de vista, sin querer, él fuera de las redes. Todos nos tenemos que preguntar hasta dónde nos come la vida, la virtualidad. O hasta dónde la virtualidad es la vida también”.