El martes 30 de enero Newell’s jugó en Lanús por la segunda fecha de la Copa de la Liga, en un partido que empezó a las 21,30 hs y que terminó con triunfo leproso cerca de la medianoche. En Rosario los goles del “Colo” Ramírez se gritaron en varios bares donde habitualmente se juntan los hinchas del rojinegro, como el local del Paso Sport en Avenida Pellegrini y Paraguay. Allí estaba -entre otros- Alexis C.M., que se volvió en su camioneta a su casa en zona oeste cuando sonó el silbato del final, sin saber que al llegar a su barrio se iba a encontrar con una sorpresa dramática, que terminaría con él varios días en la cárcel y una verdadera Caja de Pandora en la discusión sobre la seguridad pública que se abriría cuando finalmente logre recuperar su libertad, quince días después.
Pero ahora la escena vuelve a la noche del partido, cuando Alexis C.M. se encuentra con un operativo policial que le pide documentación muy cerca de su casa, en Ancuña y Rouillón. Enseguida, los uniformados le dicen que tendrá que acompañarlos a otro lugar en el que le van a hacer un control de alcoholemia, algo que no es habitual porque los exámenes toxicológicos de esas características suelen ser realizados por personal de Control Urbano de la Municipalidad y no por agentes del Comando.
De acuerdo al relato de la escena que reconstruyeron para Red Boing las dos abogadas de Alexis, los policías escoltaron a la camioneta Hilux blanca en la que iba el joven de 28 años que volvía de ver el partido de Newell’s hasta 27 de Febrero y Teniente Agneta, a unas diez cuadras del lugar original en el que lo habían retenido.
“Al supuesto control de alcoholemia nunca se lo hicieron. Creemos que fue la excusa para poder llevarlo de un lugar a ootr sin que se resista. Ahí lo hacen bajar de la camioneta y estaba todo oscuro, eran varios policías. Y cuando se había alejado del vehículo, uno de los agentes se acerca y le dice ‘Vení a ver el regalito que te dejaron’. Y le muestra un bolso, que mi defendido no reconocía”, explica la abogada Verónica Gino, que junto a Elba Zapata representan al joven que terminaría detenido aquella noche.
El bolso con los fierros
En el bolso había tres pistolas calibre 9 mm, .40 mm y .380 mm. Además, en la camioneta apareció un cartel que mencionaba a las TOE y al gobernador Pullaro. En esos días, terminando enero, se repetían las amenazas al gobernador y balaceras en distintos puntos de la ciudad. Uno de esos últimos ataques había sido poco antes, a la sede de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) en Parque Oeste, muy cerca de la casa de Alexis.
El cotejo balístico que se hizo a las armas que había en ese bolso en la Hilux confirmó que una de ellas se había usado para disparar a la sede de las TOE. Por eso el fiscal Franco Carbone imputó inicialmente a Alexis C.M. por ese hecho, basándose además en los datos que le había aportado el parte policial sobre lo actuado aquella noche. Pero la escena empezaría a cambiar cuando el imputado y sus abogadas explicaron que a la pistola se la habían “plantado” los agentes policiales. El funcionario empezó a trabajar sobre esa hipótesis y solicitó que la audiencia tenga un cuarto intermedio de una semana.
En ese lapso de tiempo, Carbone cotejó las otras armas y verificó que también se habían usado para otros hechos recientes de alto impacto: las balaceras contra el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez y el Banco Macro, ambas el 12 de diciembre, un ataque a la Comisaría 19 de fines de diciembre, más otro hecho de disparos y amenazas, en este caso contra una estación de servicios.
En los mensajes que se habían dejado junto a las balas, además de reclamar al gobernador un mejor trato para los presos de alto perfil en las cárceles, se había mencionado a la banda narco liderada por Iván Tripi. Alexis, el joven al que presuntamente “engarronó” la policía, es familiar de un de los integrantes de esa organización criminal. Lo cuentan sus abogadas en diálogo con Red Boing, que dicen: “No tiene nada para ocultar. Tiene un pariente preso. Los que le plantaron las armas posiblemente supieran de este parentesco y creemos que por eso lo buscaron”.
La hipótesis de Fiscalía terminará de conocerse este miércoles, cuando Carbone impute a los agentes. En la conferencia de prensa que brindó este martes, el fiscal adelantó que los policías habrían actuado encubriendo a una banda narco y buscando que la investigación apunte a la organización rival. Los detenidos por aquel operativo fueron cinco, cuatro revistaban en el Comando Radioeléctrico y uno en la Oficina de Gestión Judicial, en el Centro de Justicia Penal.
Desde el Ministerio de Seguridad provincial se sigue con atención el caso. Hasta aquí ya intervino la Agencia de Control Policial, que habilitó al MPA el avance de la investigación y la detención de los policías sospechados de corrupción. En la rueda de prensa junto a Carbone, de hecho, se mostró el responsable de ese organismo, Lucas Covacich. Allí, el funcionario ratificó que los agentes fueron por ahora pasados a disponibilidad y que luego de la imputación si quedaran en prisión preventiva dejarán de percibir su salario y perderán su cargo en la fuerza policial.
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