El accidente Cerebro Vascular (ACV) o stroke – como es su denominación en inglés- es una patología frecuente que tiene bien divulgados cuales son sus factores de riesgo y los síntomas iniciales que nos pueden presagiar un ACV. Es necesario ahora que tomemos conciencia de que un diagnóstico temprano y una rápida derivación a un centro especializado puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, puede ser la diferencia entre un déficit neurológico permanente a un déficit transitorio.
Esto no solamente es un trabajo médico sino una labor mancomunada de la población, de los sistemas de emergencias y de los distintos sistemas de salud. Las primeras tres horas luego a la aparición de los síntomas son fundamentales en la posible reversibilidad, esto solo se logra si el paciente o el familiar logra identificar los síntomas y generar la alerta necesaria para que se disponga en forma inmediata la cadena de servicios y atenciones médicas necesarias, de esta forma esa alerta sirve para que el servicio de emergencia busque al paciente y paralelamente en el sanatorio se active el protocolo dispuesto para el Accidente Cerebro Vascular.
Esto quiere decir que se prepara para recibir al paciente la guardia, emergencia, enfermería, técnico de resonancia magnética, médico especialista en imágenes, neurólogo, médico intensivista y hemodinamia. Es un esfuerzo importante que involucra a muchas personas, con el propósito de bajar el porcentaje de decesos por ACV y sobre todo evitar la discapacidad permanente que en muchos casos compromete una población laboralmente activa.
Es importante que usted sea parte de este sistema, que se sienta el más importante en esta cadena, sabiendo reconocer los síntomas iniciales y compartiendo estos simples conocimientos: Dolor de cabeza súbito, pérdida de fuerza en los miembros, adormecimiento dificultad para hablar o entender el lenguaje. Sea parte no se quede afuera, entre todos podemos prevenir un ACV que es la tercera causa de muerte en el mundo.
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