El caso de un soldadito narco que había sido asesinado hace cerca de un mes en San Lorenzo terminó mezclado con un operativo de rutina en el que la Gendarmería pedía documentación a los autos en Rosario. El hecho se conoció este martes y de acuerdo a la información oficial, derivó en varias detenciones y allanamientos.
Los gendarmes estaban apostados en el barrio Ludueña, en el oeste de Rosario, cuando identificaron este domingo un Fiat Palio en la zona Bielsa y Barra que tenía pedido de secuestro, por estar nombrado en la investigación del homicidio de Omar Inocencio Pereyra,
El fiscal a cargo de la causa por aquel crimen, Leandro Lucente, ya pudo determinar que tres sicarios dispararon desde un Chevrolet Astra, en el barrio Mitre de San Lorenzo, a pocos metros de un bunker: Pereyra, su víctima, habría sido soldadito de la banda que vendía en ese punto.
Casi un mes después, cuatro jóvenes de entre 17 y 22 años viajaban en un Palio que tenía relación con aquel hecho criminal. Uno de ellos inclusive estaba prófugo por el robo a fines de 2023 a una ferretería en la zona norte de Rosario. Tras demorar a los pasajeros del auto que tenía pedido de captura, se ordenaron varios allanamientos que realizó la PDI en Rosario y en Puerto San Martín. En uno de ellos se produjo una nueva detención.
Fuentes en contacto con la causa revelaron que detrás del homicidio hay una orden criminal que habría salido desde la cárcel de Coronda.
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