En la tarde del jueves 26 detuvieron en la zona noroeste de Rosario a Mauro Gerez, de 28 años y prófugo desde hacía varios meses. Según indicó el fiscal Pablo Socca, a cargo de la investigación, tenía importantes contactos con bandas narcocriminales en la ciudad y también contaba con protección policial, que le permitió evadir a la justicia pese a estar sospechado de haber cometido unas 40 balaceras durante el último año. “No puede ser que durante seis meses no se pudiera encontrar a una persona que era más buscada que Bin Laden”, cuestionó el funcionario del MPA.
Previo a la detención, la Agencia de Control Policial montó un fuerte operativo, que surgió luego del rumor de parte de los vecinos de barrio Ludueña, “respecto de que Gerez había estado detenido en la Comisaría 12 la última semana”, informó Socca, de la Unidad de Balaceras. Pese a tener pedido de captura hace tiempo, la información daba cuenta de que el delincuente había permanecido demorado en la seccional policial, para luego ser liberado sin notificar al MPA.
Por ello, para poder capturarlo, se dio con el dato de quién era su novia. Y allí se apostaron efectivos policiales, esperando ver a Mauro Gerez. “Llevamos varios meses investigando. En ese contexto decidimos hacer un seguimiento a la pareja de Gerez porque era una de las formas de dar con él”. Al ver entrar al domicilio
El barrio Ludueña fue en estos primeros cinco meses del año la zonas más calientes de la ciudad: según el último informe del Observatorio de Seguridad Pública del Ministerio de Seguridad, al 20 de mayo se había registrado desde allí la mayor cantidad llamados al 911: más de 216. La mayoría por balaceras y también hubo veinte homicidios, la mayoría de ellos vinculados a la disputa territorial por la venta de drogas.
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