Historia
La noche del 2 de marzo de 1997, Sebastián Pira de 21 años conducía su vehículo Ford Galaxy a más de 130 km/h por calle Salta. Al llegar a la intersección con Bv. Oroño, Pira atropelló y mató a María Celeste Haiek de 22 años y a Daniela Caruso de 16, quién fue arrastrada una cuadra en el capot del auto para luego ser arrollada por el Ford Galaxy que huyó del lugar.
Caruso y Haeik eran cuñadas: Daniela era pareja del hermano de Celeste, quien tuvo la desgracia de perder a su novia y a su hermana en el mismo momento. Esa noche iban a bailar al boliche Código K, ubicado sobre el Bulevar hasta que fueron embestidas por el Ford Galaxy que circulaba a alta velocidad por el centro de la ciudad.
A las pocas horas del hecho, Pira se presentó con su abogado en la Comisaría 3° de Rosario donde quedó detenido. El juez Osvaldo Barbero caratuló el hecho como doble muerte en accidente de tránsito y derivó el caso al juez correcional Edgardo Bistoletti. El 12 de junio de 1997, el juez Osvaldo Barbero le dictó la libertad condicional.
Bistoletti cambió la carátula a doble homicidio con dolo eventual y según el Código Penal debería estar entre 8 y 25 años en la cárcel. Los abogados de Sebastían Pira apelaron y en la Cámara de Apelaciones determinaron que la muerte de Daniela Caruso fue por homicidio simple (con intención) y la de María Celeste Haiek por homicidio culposo (sin intención). El expediente se dividió en dos y Barbero era el juez por la muerte de Caruso mientras que Bistoletti por la muerte de Haiek.
El 10 de noviembre de 1997, Bistoletti ordenó la detención de Sebastían Pira pero ese mismo día el joven se escapó del país huyendo a Israel.
Además de Israel, Pira estuvo en Turquía y Corea hasta que decidió radicarse en Holanda donde fue detenido el 28 de marzo de 2000 cuando lo interceptaron en el Aeropuerto de Shipol, Ámsterdam. Quedó bajó disposición de un juez holandés que aceptó que lo extraditen a nuestro país pero lo dejaron libre hasta que se concretará su regreso a Argentina. Cuando Interpol lo fue a buscar a la casa en agosto de 2001, Pira otra vez había huido sin dejar rastros.
Impunidad
En 2004 prescribió el caso por la muerte de María Celeste Haiek mientras que la causa de Daniela Caruso siguió abierta hasta que en el 2009, el juez Osvaldo Barbero también decidió cerrar la investigación por el homicidio simple de Daniela.
Meses antes de este cierre, la hermana de María Celeste, Celia, buscó en el padrón electoral si Sebastián Pira tenía domicilio en el país. Para su sorpresa, el conductor del Ford Galaxy aquella noche fatídica estaba habilitado para votar en la Escuela N°43 Reino de España, ubicada en Ayacucho y Av. Guacurari, Posadas en la provincia de Misiones.
La fiscal Cristina Rubiolo decidió apelar el fallo de Barbero y finalmente en febrero de 2010, la sala III de la Cámara de Apelaciones revocó la decisión del magistrado. Por aquellos años, circuló el dato que Pira estaba viviendo en Fisherton. La Tropa de Operaciones Especiales realizó un allanamiento en una de casa de Micheletti al 7800 pero no fue encontrado.
Finalmente en agosto de 2014, la Cámara Penal de Rosario archivó la causa contra Sebastián Pira y en junio de 2015, la Corte Suprema de Santa Fe ratificó el fallo cerrando el círculo de impunidad sobre estas muertes.
Testimonio
Facundo Alvarado es periodista y trabaja en Radio La Red, este caso le tocó muy de cerca ya que es sobrino de María Celeste Haiek. RedBoing.com se comunicó con Facundo quien dio detalles del rol de la justicia.
“La Justicia tuvo deficiencias en todo momento, desde el principio en el 97 cuando dieron tiempo y espacio, más el aval de gente corrupta que estuvo vinculada a el. La posibilidad de que se escape, de que no cumpla con la condena que debería haber tenido. También a la hora de la extradición, cuando en aquel momento a el lo apresan en Holanda. Se manejaron a gusto y placer de quien tiene dinero. Nosotros siempre corrimos detrás de la justicia, y la impulsamos dándole datos que la Justicia no tenía. Por ejemplo una dirección en Posadas, que la encontramos únicamente con el documento. Actuó lentamente y muy mal. Hasta por momentos fue inexistente, porque ni siquiera se le abrió una causa extra por evasión a la Justicia, que evidentemente fue lo que hizo este muchacho”.
Debido a las hipótesis sobre el paradero de Pira, Alvarado agregó que:
Sabemos por datos que pudimos recopilar, a través de contactos, de gente que da una mano, de gente que no quiso que este caso quede impune. Al principio el estuvo mucho tiempo en Misiones y hace poco nos enteramos de que está viviendo en Rosario, que tiene un lugar donde puede residir. Tengo entendido de que fluctúa entre Rosario y Misiones, pero sabiendo que el caso ya caducó. No tendría ningún impedimento de vivir acá, más que la condena social que le pueda pesar, tenemos entendido de que se instala acá.
Por último, Facundo recordó el vínculo de amor que tenía con María Celeste pese a que solamente tenía 7 años cuando Sebastián Pira terminó con la vida de su tía.
“Tengo 30 años, tenía 7. Cómo tía era muy pegada a mi, babosa. A su edad conmigo, siempre buscaba verme, llevarme a algún lado. Recuerdo tardes de pileta en Empleados de Comercio. Ella me llevaba a aquel lugar a pasar la tarde con ella. Mi mamá y mi papá sabían que estaba en buenas manos. Era muy amorosa. A veces les decía a mis padres como para darles una noche libre de quedarme a dormir en su casa. Era una persona excelente, muy querida, en el edificio que vivíamos nosotros la recuerdan como alguien muy alegre. Por los pocos años que pude compartir con ella era muy amorosa, muy brindada a su familia y a sus muchos amigos y amigas, que al día de hoy uno los cruza y siempre está ese recuerdo. Lamentablemente pasó mucho tiempo, y contra el olvido es difícil pelear”.
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