Los ocho rugbiers imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa habían presentado un escrito con la intención de que se revea su situación en la unidad penitenciaria en la que se encuentran detenidos. Ahora tendrán una leve mejoría en sus condiciones.
El confinamiento era en pequeñas celdas de 3×3 para preservar su seguridad física, que repercute directamente en el deterioro de su salud psicofísica. Los rugbiers transcurren sus días en un espacio donde pasan 21 horas del día y 24 cuando llueve y solo tienen un lugar para la cama.
Además, habían hecho hincapié en el olor nauseabundo que poseía la comida con la que se alimentan y no teniendo la posibilidad de recibir alimentos por parte de sus familiares.
Tras la presentación a la Justicia, hubo una leve mejoría en las condiciones de los imputados, ya que aumentaron el tiempo permitido en el patio. Ahora pueden jugar al fútbol y hasta hacer una huerta.
El escrito fue llegó a manos del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, integrado por los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, que acogió la información de parte de la unidad penitenciaria y será quien disponga si continúa con el régimen tal como está, o si aplica mayores libertades o modificaciones.
El juicio comenzará el próximo 2 de enero de 2023 y se desarrollará a lo largo de 22 jornadas con la participación de 130 testigos. “Será un espera difícil en las condiciones de detención impuestas”, sostiene una fuente judicial cercana a los imputados. Aún así los mismos aseguraron que pese a que “les cuesta entender el sistema judicial”, afirmaron que “van a esperar”.
Comentarios