“No me resulta nada difícil ser yo mismo frente a las cámaras”. Esas fueron las palabras que Boy Olmi utilizó para definir su presente, que lo encuentra alejado de la actuación y a la cabeza de La hora exacta, ciclo que conduce junto a Teté Coustarot por la pantalla de El Nueve.
Camino a las grabaciones del programa y en diálogo con Boing y sus Secuaces, el actor se refirió al nuevo proyecto: “He conducido un montón anteriormente. Ahí soy yo mismo, me resulta muy divertido hacerlo. Es como una comedia, hay que ser muy divertido”.
Al ser consultado por MasterChef Celebrity, reality en el que concursó durante el 2020, sostuvo: “Estábamos en cuarentena, muy guardados y limitados. Apareció como una posibilidad de salir a trabajar, ganar dinero y desarrollarme, en un contexto de algo que me atrae mucho”.
“MasterChef es un show de emociones que se provocan frente a una cámara, esa es la parte más difícil. Por eso, no supuse que iba a estar demasiado tiempo. Trato de no ser muy diferente hablando con programas, solo o con mis amigos. En MasterChef hay algo interesante en la grilla de personalidades muy diferentes y lo interesante es que cada uno se manifieste como es”, continuó.
Por otra parte, hizo alusión a cómo es cuando realiza una gira teatral: “Llego y pido permiso para salir. Así me metí en museos, casas, montañas, lagos e iglesias. Me gusta viajar en calidad de viajero, valga la redundancia. Las giras me dieron la oportunidad de conocer mucho”.
En la misma línea, confesó que le tiene “mucho afecto” a Rosario y que “siempre estuvo cerca”. “Cuando estaba haciendo Casa Valentina estuve mucho en la ciudad, conocí cosas que no conocía, caminé por el río y por la parte revalorizada de la costa, conocí restaurantes de pescado, montón de cosas”, remarcó.
“El río implica algo, un lugar de paso. Al borde del ´rio hay cosas que distinguen a la ciudad, lo podes ver en Rosario o en Londres, ciudades que están atravesados por lugares preciosos”, concluyó.
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