Blas Cinalli es uno de los acusados que fue encontrado culpable de ser partícipe secundario en el crimen de Fernando Báez Sosa en enero de 2020 en la localidad costera de Villa Gesell. A pocos días de conocer su condena, el detenido rompió el silencio desde el penal donde se encuentra alojado y aseguró “no entender por qué la gente los odia”.
Desde la cárcel de Melchor Romero, donde se encuentran alojados los ocho rugbiers imputados en la causa, Cinalli se comunicó con los medios para pedir que dejen de hablar “pestes” de sus amigos y de él. Además, confirmó el rumor de un supuesto distanciamiento entre los acusados.
“Hola. Quería decirte si nos harías el favor de dejar de hablar pestes de mí y de cada uno de mis amigos, ya que nadie ni ninguno de todos nosotros te faltamos el respeto a vos”, expresó Blas a través de un mensaje de texto que llegó a la producción del canal Crónica TV.
En ese sentido, agregó: “No entiendo por qué tienen tanto odio hacia nosotros. Perdón ya pedimos, seguro no se soluciona nada con eso pero al menos pedimos perdón por este hecho que pasó. Nos escrachan por todos lados. Dejen vivir, no tenemos vida, viven hablando mal de nosotros. Cortenla, pagar ya estamos pagando desde el primer día”.
“Obviamente fue un hecho horrible, pero yo creo que estamos pagando desde el día uno. Quiero que la gente sepa que ninguno de nosotros ideó un plan para matar a una persona. No hubo roles, esas cosas nunca existieron. No quiero que me quieran pero sí quiero dejar de recibir tantos insultos y me haría muy bien que estos mensajes los vea la gente”, continuó su descargo.
Como el joven fue condenado a una pena de 15 años de cárcel, al igual que Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi, es muy probable que sean trasladados en breve a un penal diferente del resto del grupo, que tiene por delante condenas a perpetua.
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