El trapo con la imagen de Guille Cantero y dos de sus laderos caricaturizados como animales que se desplegó el sábado en el Coloso del Parque durante la despedida de Maxi Rodríguez, generó la apertura de una causa en la justicia provincial por intimidación pública. El lunes hubo allanamientos y aunque no se encontró la bandera, el MPA pudo llevarse las cámaras de seguridad del estadio. Mientras Fiscalía analiza las imágenes, surge ahora un dato que puede generar más revuelo: al enorme telón que cubrió las dos bandejas de la popular que ocupa la barra leprosa lo habría pagado la productora WFG, presionada por la banda narco. El dato deberá confirmarlo la investigación, que busca saber también dónde se confeccionó y cómo se trasladó hasta la cancha, pero de acuerdo a lo adelantado por una fuente con acceso a la causa hay fuertes indicios de que así sucedió.
En un video de Instagram que subió la misma empresa unas horas antes de comenzar el evento, se alcanzaba a ver también que a esa hora la bandera ya estaba colocada en la parte superior de la tribuna que da al Hipódromo. De acuerdo a lo explicado por el ministro de Seguridad, Claudio Brilloni, el protocolo de acción en la despedida fue distinto al habitual durante el torneo de AFA: cuando Newell’s o Central juegan de locales, efectivos de la policía provincial deben revisar antes cada rincón del estadio. “En este caso no pasó, porque no era un partido normal sino uno de exhibición. Entonces se funcionó como si hubiese sido un recital. Nosotros controlamos con más de mil agentes toda la zona del Parque; la empresa y el club se hacían cargo del interior del estadio”, dijo el funcionario.
La barra leprosa, controlada hace años por Los Monos, no sólo tuvo permiso para ingresar el telón sino que también tuvo un puesto de venta en las inmediaciones del Coloso que ofrecía remeras con la misma imagen de la bandera, configurando un hecho inédito: se ofrecía por primera vez merchandising de Los Monos. Y se lo hacía, ni más ni menos que en el partido con el que Lionel Messi volvía a pisar la cancha de Newell’s después de catorce años.
En diálogo con Gabriel Pennise en “Antes de Todo”, el diputado provincial Carlos del Frade le dijo este jueves a RedBoing: “La bandera de Los Monos se hizo negocio a través de las remeras que multiplicaron el dibujo presentado a nivel internacional en la despedida de Maxi Rodríguez. Una notable estrategia de marketing montada por una empresa. En este caso una empresa ilegal, mafiosa, asesina y cobarde, la banda narcopolicial de “Los Monos”, pero empresa al fin. Su objetivo es ganar dinero a través sangre, miedo, violencia, pibas y pibes consumidores consumidos, lavado de dinero y complicidades policiales, empresariales, políticas y dirigenciales varias. “Nosotros estamos más allá de todo”, decía el “trapo” monumental con las imágenes de un mono con lentes, un toro y un pollo con caras violentas. La tribuna no es de los socios ni de los hinchas, es de la barrabrava, en este caso de la banda narcopolicial que posa de barrabrava. Una propiedad ganada en los últimos quince años y que se expresó de manera contundente ese sábado que además tuvo la participación de Lionel Messi”.
Detrás de Guille Cantero, caricaturizado como un mono con anteojos, la bandera mostraba un pollo y un toro. Para los investigadores, se trata de Leandro “Pollo” Vinardi y Damián “Toro” Escobar. Los tres nombrados están detenidos en una cárcel federal y desde allí regentean distintas actividades delictivas en Rosario. Los nombres de Vinardi y Escobar aparecieron mencionados en la nota en papel que dejaron los sicarios que mataron en marzo pasado a Lorenzo “Jimi” Altamirano, un músico que fue levantado “al voleo” cuando salía de un ensayo y luego ejecutado frente a la puerta 6 del Coloso. El cuerpo de la víctima, ajena a disputas entre bandas y a la barra leprosa, había sido utilizado como “envase” para dejar un mensaje mafioso. De acuerdo a la imputación que hacen este jueves los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery en el MPA, el asesinato habría sido instigado desde la cárcel de Rawson por Pablo Nicolás Camino, otro de los líderes de Los Monos.
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