Djokovic consiguió este lunes el permiso de un tribunal australiano para permanecer en el país a pesar de no estar vacunado contra el coronavirus, tras recurrir la revocación de su visado, aunque el Gobierno australiano sigue teniendo potestad para expulsarlo del país.
En cuestión, Djokovic estaba infectado de Covid-19 el 16 de diciembre según sus documentos médicos y pasó la Navidad en Belgrado de acuerdo con las fotografías publicadas en las redes sociales. Luego, se trasladó a España, desde donde abordó un avión el 4 de enero con tránsito en Dubai y destino final en la ciudad australiana de Melbourne.
Las leyes australianas consideran como una “ofensa seria” una declaración falsa y que puede acarrear una pena máxima de hasta 12 meses de cárcel.
A su llegada a Australia, las autoridades de inmigración retuvieron al tenista de 34 años, anularon su visado y le enviaron a un hotel donde permaneció aislado hasta ayer, al considerar insuficientes las pruebas aportadas para lograr una exención médica de vacunación.
Los abogados del tenista apelaron la decisión ante un tribunal de Melbourne que dio la razón al deportista serbio, quien ya pudo entrenarse con libertad para preparar el Abierto de Australia.
A pesar de la victoria judicial, el ministro de Inmigración australiano, Alex Hawke, además podría usar su potestad para revocar el visado de Djokovic y expulsarle del país.
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