La Provincia tuvo el aval en Diputados por el Presupuesto 2022 y espera aprobarlo en el Senado la semana próxima. Una vez finalizada la negociación legislativa, quiere empezar con la agenda de la autonomía, casi una obsesión para Perotti. El aval de los municipios ayuda a comenzar a andar el camino, con objetivos concretos y caso por caso.
Pablo Javkin abrió las sesiones ordinarias del Concejo Municipal de Rosario y allí hizo un pedido encendido por la autonomía de la ciudad. Emitió críticas al Estado federal y pidió por la actualización en esta materia en la provincia, tal como lo marca la Constitución nacional a partir de su reforma en el 1994. Y dentro del objetivo, propuso elegir a los jefes policiales locales sin necesidad, siquiera, de tener aprobado el proyecto principal.
En ese sentido, Omar Perotti está convencido de que el rumbo hacia la autonomía es ineludible, y por eso viene trabajando en el tema desde el inicio de su gobierno. Se vio postergado por distintas urgencias como la seguridad, la pandemia y ahora el presupuesto trunco. Sin embargo, tiene todo listo para comenzar a trabajar en el tema lo antes posible, y su convencimiento al respecto viene desde que era intendente de Rafaela.
Recordemos, con Roberto Sukerman como ministro de Gobierno, creó el programa Santa Fe + Autonomía, quien había comenzado una ronda de consultas a distintos municipios y comunas. En medio del trabajo, llegaron las elecciones y la ya conocida interna entre los sectores del peronismo que dejaron en un segundo plano ese trabajo.
A partir de la asunción de Celia Arena como reemplazo de Sukerman, el gobernador la instruyó para que avance nuevamente con la autonomía. Para ello, tiene pensado el armado de un Consejo de Ciudades, un espacio de participación de municipios y comunas en conjunto con funcionarios provinciales, con el objetivo de que todos puedan opinar sobre el rubro de cada localidad.
Con el objetivo de escuchar a todos y cada una de sus particularidades, el gobierno provincial pretende acercar a ese Consejo un grupo de especializados para abordar los distintos temas. Por ejemplo, desarrollo territorial, tributación, seguridad.
El eje impositivo, tal vez, es el que más le interesa a los municipios y comunas. Los servicios prestados no son un desvelo para ellos, salvo la seguridad para Rosario y Santa Fe. Pero la disponibilidad de más recursos, la posibilidad de crear impuestos y de ordenar la cartera de cobros, hace que, sobre todo los grandes, encuentren un atractivo extra en la iniciativa.
Los esquemas de tributación pueden llegar con planes especiales para empresas que tienen piso en distintas localidades de una misma metrópolis, el aporte al tesoro provincial sería otro, y la creación de nuevos impuestos, más allá de las tasas y los derechos de uso, aportarían recursos extra para muchos de ellos.
Entre sus objetivos, el Consejo de Ciudades pretende también desgranar quiénes quieren y quiénes no quieren la autonomía. No todos tienen la obligación de aceptarla, debido a que no rige por constitución, y ante una ley se puede negociar con cada uno de ellos. También el alcance del marco regulatorio que se quiere generar.
Se quiere avanzar en temas tangibles, no sobre cuestiones generales. Que cada municipio entienda los alcances reales de cada medida que se pueda tomar a partir de la autonomía y se genere un feed back con el gobierno provincial y los legisladores.
La experiencia de Córdoba, donde los municipios son todos autónomos, es un espejo a observar. Mientras tanto, Javkin y Perotti tienen un diálogo fluido al respecto y quieren avanzar lo antes posible. Por eso es abril el mes del primer encuentro del Consejo de Ciudades.
Autonomía en concreto
En primer término, hay que analizar que la Constitución Nacional, tras su reforma del 1994, en su Artículo 123 determina la autonomía de los municipios y le pide a las provincias que actualicen su Carta Magna. “Cada provincia dicta su propia constitución, conforme a lo dispuesto por el artículo 5° asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden institucional, político, administrativo, económico y financiero”, reza el artículo.
Sin embargo, como en la provincia de Santa Fe no se ha podido modificar la Constitución –el texto que está en vigencia hoy rige desde 1962-, el gobierno provincial insiste en avanzar por Ley con este tema puntual y postergar otros debates que generan escollos a la hora de pensar en una reforma.
Ahora bien, ¿cuáles son los cambios que puede generar la autonomía de los municipios? En ese sentido, hay que analizar distintos conceptos para entender de qué se trata.
Desde lo político, le permitiría a los Municipios poder redactar su propia Carta Magna, una especie de Constitución Municipal, para poder establecer los alcances y los límites de su jurisdicción. Por ejemplo, tener un concejo distribuido por representantes por barrios, generar la figura de un vice intendente, o hasta tener su propia junta electoral que defina los plazos y métodos de votación de sus autoridades, escindidas de la junta provincial.
Esto, a su vez, le daría un mayor vuelo político a los intendentes, ya que tomarían decisiones autónomas desde lo político institucional y ha sido uno de los ejes que no se ha visto con buenos ojos por los históricos líderes provinciales.
Por otra parte, el cobro de impuestos es potestad de la Provincia y de la Nación, y los Municipios y Comunas sólo pueden cobrar tasas por los servicios prestados. Si se le otorga la autonomía a los municipios, deberían articular una política en conjunto para redistribuir los impuestos y las tasas que se les cobran a los ciudadanos. O le delegan el cobro de algunos impuestos a los municipios, o se negocia una reconfiguración de las coparticipaciones, pero sin dudas les daría un mayor flujo de ingresos a los gobiernos locales.
Un eje principal de los cambios tiene que ver con la administración de los servicios, que muchos de ellos hoy los brindan estratos superiores. Seguridad, sin dudas, fue siempre el eje central de esta discusión. Tener la capacidad de desarrollar o no una fuerza local ha sido materia de debate en la política provincial y, con los momentos que vive Rosario, es un tema fundamental.
Además, podría prestar servicios como los de luz, gas, educación, cloacas. Hoy impensado por nuestra organización del Estado que tenemos internalizada, pero con el flujo de recursos extra es un tema a analizar. También salud, aunque Rosario ya tiene un desarrollo importante en esa área, pero, por ejemplo, en la Capital provincial sólo presta ese servicio la Provincia.
Responsabilidades constitucionales
El proyecto de la designación de jefes policiales a cargo de la ciudad de Rosario que presentó Javkin en la apertura de sesiones es más una iniciativa del mandatario local que algo consensuado. Desde la provincia no lo ven mal desde lo político, pero advierten que puede traer ruido desde las competencias constitucionales que son potestad del gobernador.
Quien tiene la obligación de designar a los jefes policiales por la Carta magna provincial es el gobernador. Tanto los jefes regionales como el titular de la policía. Por ley, se pueden ampliar derechos para las ciudades, pero no se pueden cercenar competencias que la constitución le brinda al jefe de Estado.
Sin embargo, puede haber un acuerdo político entre las gestiones que garantice la participación de las ciudades en las mesas de decisión a la hora de elegir a los jefes policiales de las comisarías, por ejemplo, o de la selección del titular de las Unidades Regionales a los municipios y comunas de esa región.
En su momento Miguel Lifschitz, como gobernador, le propuso a la Legislatura que el jefe policial sea nombrado a través de un pliego con acuerdo legislativo, tal como se procede a la hora de aprobar la designación de jueces y fiscales. Pero es obligación del gobernador y competencia del jefe de Estado provincial elegir y ser responsable sobre los actos del titular de la policía según la constitución de Santa Fe, por lo cual rechazaron esa propuesta con ese argumento. Algo similar podría suceder con esta idea que se gestó desde Rosario.
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