En medio de la guerra en Medio Oriente, un reciente ataque conmocionó al norte de Tel Aviv, Israel, cuando un camión embistió a un grupo de personas en una parada de colectivo en Glilot, cerca de Herzliya, zona donde se encuentran instalaciones de inteligencia del país, como la sede del Mossad.
Las primeras investigaciones señalan que podría tratarse de un atentado terrorista.
El impacto dejó más de 40 heridos, entre ellos diez en estado grave. Zachi Heller, portavoz del servicio de ambulancias Magen David Adom, informó que algunas personas quedaron atrapadas debajo del camión, el cual volcó tras la colisión.
El portavoz de la policía, Aryeh Doron, confirmó que el conductor habría dirigido el vehículo intencionalmente hacia la multitud y que fue “neutralizado” tras el ataque, aunque aún no se ha dado información sobre su identidad.
Según los reportes preliminares, el camión chocó contra un colectivo que se había detenido para dejar pasajeros, impactando además a varias personas. La policía indicó que civiles presentes dispararon al conductor, logrando detenerlo.
Cuatro de los heridos en estado crítico fueron trasladados a los hospitales de Beilinson y Ichilov, mientras que los paramédicos atendieron a los demás afectados. Según el medio Yedioth Aharonoth, el conductor del camión fue identificado como Rammi Natur, ciudadano árabe de Qalansawe, y las autoridades investigan el ataque como una posible acción de origen palestino.
Hamas felicitó su ataque afirmando que “el pueblo palestino sigue su resistencia ante el terror sionista”.
Sin embargo, familiares del conductor dijeron que “perdió el control del vehículo por problemas de salud”,descartando que fuera un ataque deliberado.
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