Desde el laboratorio AstraZeneca admitieron mediante documentos legales que su vacuna contra el COVID-19 podría inducir un efecto secundario raro. La declaración se dio en medio de una demanda colectiva que se inició en el Reino Unido, según lo indicaron los abogados de personas que sufrieron trombosis luego de vacunarse.
La compañía pharma ya había señalado en un paper publicado en 2021 la posibilidad de ese efecto adverso en casos muy raros. Sin embargo, en febrero de este año, la empresa aceptó en un documento legal presentado ante el Tribunal Superior, que su formulación “puede, en casos muy raros, causar TTS”, es decir, síndrome de trombosis con trombocitopenia. Esto provoca que las personas tengan coágulos de sangre y un recuento bajo de plaquetas en sangre.
Más de 50 personas presentaron demandas contra la empresa multinacional por los efectos adversos de las vacunas que se administraron durante la pandemia de 2020. Según informó el medio británico The Telegraph, nuevas investigaciones sugieren que los demandantes podrían recibir compensaciones de hasta 125 millones de dólares.
Sin embargo, desde la Organización Mundial de la Salud expresaron: que “las ventajas de vacunarse superan con creces los riesgos, dada la protección que confiere la vacuna frente a la COVID-19”,
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