A cinco meses de que Breaking Bad cumpla quince años, la ciudad de Albuquerque, escenario tanto de la ficción como de la precuela Better Call Saul, ha querido homenajear a sus protagonistas con dos estatuas de bronce de Bryan Cranston (Walter White) y Aaron Paul (Jesse Pinkman). Ambos intérpretes acudieron a la inauguración en el Centro de convenciones de la ciudad acompañados por otros rostros conocidos del Universo de Breaking Bad y el alcalde de la ciudad, Tim Keller.
Las esculturas, que rinden tributo a los dos personajes protagonistas de Breaking Bad y celebra también el impacto turístico y económico que la serie ha tenido para Albuquerque, retratan con todo lujo de detalles a White, completamente transformado en Heisenberg, y Pinkman, con un aspecto similar al que lució en las últimas temporadas de la serie.
Las estatuas fueron diseñadas por el artista Trevor Grove y quedarán emplazadas en el Centro de Convenciones de Albuquerque para que todos quienes quieran puedan visitarlas.
El propio creador de Breaking Bad, Vince Gilligan, reconoció que un monumento a “dos traficantes de metanfetamina ficticios e infames” como Jesse y Walter quizás no será visto de buena manera por todas las personas. No obstante, cree que de todos modos puede servir como un homenaje para Albuquerque y una advertencia sobre lo dañino de las drogas.
“Con toda seriedad, algunas personas van a decir: ‘Wow, justo lo que nuestra ciudad necesitaba’. Y lo entiendo”, dijo Gillian. “Veo a dos de los mejores actores que Estados Unidos nos ha dado. Los veo, en personaje, como dos figuras más grandes que la vida, cuentos de advertencia”.
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