La Argentina y México firmaron la renovación de su acuerdo para el intercambio comercial en el sector automotor. El acuerdo, conocido técnicamente como el Acuerdo de Complementación Económica N° 55 del Mercosur, fue extendido por un año, estableciendo un flujo de vehículos entre ambos países libre de aranceles hasta un cupo determinado.
Este acuerdo, vigente desde el 19 de marzo de 2025 hasta el 18 de marzo de 2026, establece un monto de u$s773 millones, calculado sobre el valor FOB, para las importaciones de vehículos entre Argentina y México. En otras palabras, los autos producidos en ambos países pueden ser importados sin pagar aranceles hasta ese límite, funcionando como una especie de comercio libre dentro de esa cifra. El acuerdo, que se ha renovado varias veces, ha sido clave para la dinámica del comercio automotor entre las naciones.
Cómo funciona este acuerdo
El acuerdo de complementación económica permite que los autos circulen libremente entre Argentina y México sin la imposición de un arancel del 35%, que se aplica normalmente a vehículos fuera de la zona Mercosur. Esto convierte a México en un miembro virtual del bloque regional para este tipo de operaciones. Sin embargo, a pesar de las ventajas del convenio, el cupo establecido aún no se ha agotado en su totalidad. Durante 2024, solo se utilizaron u$s250 millones de los u$s773 millones disponibles.
Factores detrás de las exportaciones limitadas
A pesar de las condiciones favorables, la exportación de vehículos desde Argentina hacia México no ha alcanzado grandes volúmenes. Esto se debe a varios factores. En primer lugar, algunos modelos que Argentina produce, como la Nissan Frontier o el Volkswagen Taos, ya se fabrican en México. De hecho, algunas de estas unidades comenzarán a importarse desde México debido al fin de su producción local en Argentina.
México, por su parte, es un gran productor de vehículos. En 2024, la producción de autos en el país se acercó a los 4 millones de unidades, lo que lo convierte en un actor muy competitivo en el mercado automotriz global. A esto se suma una menor presión fiscal en México en comparación con Argentina, lo que hace que ingresar a su mercado sea un desafío debido a los altos costos de producción en Argentina.
Por qué no hay más importaciones de autos mexicanos a Argentina
Aunque las condiciones están dadas para un aumento en las importaciones desde México, la realidad es que no existe una gran demanda en Argentina por vehículos provenientes de ese país. Muchas marcas como Volkswagen, Ford o Nissan importan autos de México, pero en volúmenes limitados. Modelos como el Ford Maverick, la Volkswagen Vento o los Nissan Versa y Sentra están disponibles en el mercado argentino, pero no en grandes cantidades.
Una posible explicación radica en cómo se distribuye el cupo entre las automotrices. Según un directivo de una empresa automotriz, el cupo de importación se distribuye entre las marcas según su volumen de producción. Esto significa que las automotrices con mayor producción tienen acceso a una mayor parte del cupo. Sin embargo, el problema surge cuando esas marcas no tienen modelos que encajen con las necesidades del mercado argentino.
El mercado argentino, ¿es atractivo para México?
Otro punto importante es que el mercado argentino no parece ser lo suficientemente atractivo para la industria automotriz mexicana. Aunque algunos consumidores reclaman más libre comercio y la eliminación de impuestos, la realidad es que las exportaciones mexicanas a Argentina no se han incrementado significativamente. La industria mexicana ha tenido siempre su mirada puesta en Estados Unidos, el principal destino de sus exportaciones.
A medida que el gobierno de Donald Trump ha implementado mayores restricciones y aranceles en el comercio de automóviles, existe la posibilidad de que las empresas automotrices mexicanas reevalúen su estrategia de exportación y busquen nuevos mercados, como el argentino. Sin embargo, este escenario dependerá de cómo evolucione la situación en los próximos meses.
Qué sigue para el acuerdo
Por ahora, las importaciones de modelos como el Taos y la Nissan Frontier utilizarán parte del cupo establecido, pero no se espera que esto modifique significativamente el volumen total de operaciones entre los dos países. Habrá que seguir de cerca cómo se desarrollan las relaciones comerciales y si las condiciones del mercado permiten un aumento en las importaciones mexicanas en el futuro cercano.
Este acuerdo refuerza los lazos comerciales entre Argentina y México, pero aún queda mucho por explorar en términos de oportunidades para ambos mercados en el sector automotor.
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