En una operación policial coordinada sin precedentes, más de 250 efectivos policiales se desplegaron en las localidades de Rosario, Villa Gobernador Gálvez y Pueblo Esther. Esta acción también se extendió a las Unidades Penitenciarias de Ezeiza, Piñero y Coronda, marcando un esfuerzo conjunto para abordar una serie de delitos graves que han estado plagando estas áreas.
En las primeras horas de hoy, bajo la dirección de los fiscales Saldutti, Haurigot y Carbone de la Unidad Especial de Homicidios Dolosos y del Equipo para el Abordaje de Delitos Cometidos con Armas de Fuego del Ministerio Público Fiscal, se llevaron a cabo 25 órdenes de allanamiento en Pueblo Esther, Villa Gobernador Gálvez y Rosario. Estos allanamientos son parte de una investigación que reveló la existencia de una banda delictiva operando como una asociación ilícita, dedicada a extorsiones, abusos de armas y amenazas. La figura central de esta organización delictiva es Cristian Nicolas Avalle, también conocido como “Pupito”, quien, aunque se encuentra detenido en la cárcel de Ezeiza, continúa dirigiendo las operaciones ilícitas de sus cómplices desde prisión.
Las órdenes de allanamiento se ejecutaron en múltiples direcciones, incluyendo Pueblo Esther, Villa Gobernador Gálvez y diversas áreas de Rosario. Las personas investigadas y buscadas por la justicia fueron detenidas, incluyendo individuos con alias como “Jano”, “Narigona”, “Vino”, “Avispón”, “Eliot”, entre otros.
En un golpe significativo contra esta red delictiva, se logró el secuestro de varios elementos clave para la investigación. Entre estos se encuentran documentación y anotaciones relevantes, prendas de vestir vinculadas a un equipo de fútbol local, vainas servidas, más de cuarenta teléfonos celulares sometidos a peritajes, chips de telefonía celular, así como varios vehículos, incluyendo automóviles Peugeot y armas de fuego de diferentes calibres. También se confiscaron municiones, cargadores de armas y una balanza de precisión, indicando la complejidad y escala de las operaciones ilegales.
Los objetivos de estos allanamientos incluyeron diversos puntos sensibles en las áreas afectadas, desde domicilios particulares hasta sedes de sindicatos y agencias de investigación criminal. La operación policial contó con la participación de las Áreas Operativas de Rosario, junto con la colaboración de brigadas de varias localidades cercanas, la Agencia de Control Policial, la Tropa de Operaciones Especiales y los grupos especiales de intervención de la provincia. Además, el CAN (Centro de Análisis de Números) de rastreo del Organismo de Investigación del Ministerio Público Fiscal también desempeñó un papel crucial en este operativo.
Este golpe significativo representa un paso fundamental en la lucha contra el crimen organizado en la región, marcando un mensaje claro de que las fuerzas del orden están firmemente comprometidas en proteger la seguridad y el bienestar de las comunidades afectadas.
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