La farmacéutica estadounidense Pfizer, su socio BioNTech y el Gobierno de Alemania se opusieron a la liberación temporal de patentes. Se trata de una propuesta iniciada por el gigante norteamericano para que los países “más vulnerables” puedan acceder a los inmunizantes contra el Coronavirus.
“La sugerencia de Estados Unidos para liberar la protección de las patentes de vacunas anti COVID-19 tiene importantes implicaciones para la producción de vacunas como un todo”, afirmó el portavoz del Angela Merkel. Y añadió: “La protección de la propiedad intelectual es una fuente de innovación y debe seguir así en el futuro”.
En la misma línea, el laboratorio afirmó que la protección de las patentes no limita la producción de las dosis de ARN mensajero ni explica los percances en el suministro en todo el mundo. Además, señalaron que si las “escasas materias primas” no son utilizadas de la mejor manera, se producirán menos sueros.
“Los expertos ya señalaron que la instalación y la validación de los nuevos sitios de producción toman por lo general un año”, indicó.
La decisión de Joe Biden fue apoyada por países como Francia y Rusia, mientras que la Unión Europea afirmó “estar lista” para debatir. En tanto, el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, elogió la decisión “histórica” del demócrata.
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