Hugo Alconada Mon, el reconocido periodista de investigación, habló con el equipo de Río Extra 96.9 sobre sus recientes publicaciones relacionadas con la Dirección General Impositiva (DGI) y los cuestionamientos en torno a su titular, Andrés Vázquez. Durante la conversación, desmenuzó las investigaciones realizadas y los conflictos que estas generaron en el ámbito político y mediático.
“El actual titular de la DGI ocultó que tiene departamentos en los Estados Unidos por al menos 2 millones de dólares”, reveló Alconada Mon, explicando que Vázquez no incluyó esta información en su declaración ante la Oficina Anticorrupción ni aclaró si estaban declarados ante el fisco argentino. “Cuando nosotros le preguntamos sobre esto, se negó a responder”, añadió. Además, señaló que “siete días después de asumir, ascendió a su pareja, 20 años más joven, desplazando a otro funcionario y duplicándole el salario de bolsillo”.
El periodista también mencionó un tercer eje que causó controversia: “Cuando Vázquez asume, eleva y nombra como sus lugartenientes al equipo que durante el kirchnerismo protegió a Lázaro Báez y Cristóbal López”. Según explicó, estas designaciones fueron objeto de críticas debido al historial de los funcionarios en cuestión y su relación con casos emblemáticos de corrupción.
Alconada Mon profundizó en los vínculos entre Andrés Vázquez y Santiago Caputo, asesor cercano al presidente Javier Milei. “Caputo es quien convoca y sostiene al actual titular de la DGI”, afirmó. Además, describió al funcionario como parte de un “triángulo de hierro” en el gobierno, compuesto por el presidente, su hermana Carina Milei y el propio Caputo, quien maneja áreas clave como la inteligencia del Estado y el organismo tributario.
“Estamos hablando de un funcionario de carrera del organismo tributario, 64 años, con un larguísimo recorrido, que es cercano a los 35 años dentro del organismo tributario, que se hizo conocido y fuerte en el área de inteligencia fiscal. Un área muy específica, muy sensible y muy controvertida donde ellos desarrollan trabajos, no de espionaje, pero sí de inteligencia, un poco más desarrollados, un poco más complejos, para en definitiva tratar de detectar casos de contrabando, casos de lavado de activos, etc. Dentro de esa área especial, trabajaba Andrés Vázquez y otros funcionarios que tuvieron múltiples problemas”, detalló.
El periodista también recordó que Vázquez fue desplazado de sus funciones en cuatro ocasiones, pero siempre logró mantenerse en el sistema gracias a su respaldo político. “En 2009, durante el operativo contra el grupo Clarín, Echegaray quiso echarlo, pero recibió un llamado desde Casa Rosada diciendo: ‘Déjalo a Andrésito ahí donde está’. Es el hombre de Paco Larcher y de Stiuso adentro”, señaló Alconada Mon, subrayando el entramado de poder detrás de la figura de Vázquez.
Según Alconada Mon, Vázquez siempre fue una figura difícil de remover dentro del aparato tributario del Estado. A pesar de haber sido desplazado en varias ocasiones por diferentes gobiernos, siempre logró mantenerse en puestos clave, gracias al respaldo de sectores poderosos dentro del organismo. Esta red de contactos fue fundamental para que Vázquez mantenga su puesto, incluso a pesar de las controversias en su gestión.
Con estas declaraciones, el periodista subrayó que el poder dentro de la DGI alcanzó un punto donde el Estado parece estar subordinado a la voluntad de ciertos funcionarios. La figura de Vázquez, como titular de un organismo con gran poder de decisión, está en el centro de una serie de interrogantes sobre la verdadera influencia que algunos actores tienen dentro de la estructura estatal.
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