Tras conocerse que el consumo de carne cayó un 12% durante el último año y registrarse una suba exponencial de más del 65% en su precio, muchos expertos le reclaman al Gobierno medidas que permitan revertir esta situación.
Alberto Samid, empresario de la carne e histórico dirigente del peronismo bonaerense habló con Gabriel Pennise en Antes de Todo y dio su visión sobre esta problemática con su estilo histriónico y vehemente que lo caracteriza.
Samid dijo que es muy confuso hablar de porcentaje y destacó que en nuestro país se consumía entre 65 y 70 kilos de carne per cápita por año y esa cifra bajó a 45
“Nunca en la historia argentina se consumió tan poca carne como ahora”
El empresario comparó el consumo de carne con Uruguay y destacó que históricamente los uruguayos comen poca carne porque solo tienen ganadería y deben exportarla sin embargo en la actualidad consumen 60 kilos per cápita por año superando a nuestro país y sentenció que esta situación es desastrosa.
El dirigente del peronismo argumentó que el principal problema que tiene la ganadería argentina es que se le está vendiendo 4 veces más de lo aconsejable a China, que compra a buen precio carne de menor calidad y las vacas que son las que engendran los terneros lo cual termina afectando en la reproducción bovina.
“Hay que vender a los machos, porque las hembras pueden dar a luz a 10 terneros durante su vida, estamos liquidando la fábrica de animales”
Samid dijo que el principal problema del Gobierno es la falta de expertos en los diversos rubros de la producción.
“El Gobierno arma mesas con Kulfas y Cafiero en todos los sectores y no se puede saber de todo”
Destacó que faltan asesores con experiencia que se sienten a negociar con los diversos sectores y no puedan ser llevado “de las narices” por parte de los productores.
Samid sostuvo que el problema de la carne tiene solución y recordó que en ese sector hay dos bandos: los consumeros y los exportadores. Los consumeros entre los que se encuentra el propio empresario son los que sostienen que primero se debe priorizar el consumo interno y luego exportar las sobras en cambio los exportadores quieren enviar toda la carne que se pueda al exterior y luego pensar en el mercado interno.
“Con la llegada de Macri, se armó una mesa de carne y ganado y empezaron a dominar los exportadores”
Sostuvo que por oponerse al Gobierno de Macri le cerraron las 400 carnicerías que tenía y sus frigoríficos. además denunció que a otros empresarios que mantenían su misma postura le pusieron trabas y beneficiaron a quienes querían enviar la carne al exterior.
Agregó que la teoría de los exportadores viene desde principios del Siglo XX cuando los frigoríficos estaban en manos de los ingleses y Argentina tenía 70 millones de cabeza de ganado y 11 millones de habitantes. Los ingleses se llevaban toda la carne y los obreros plantearon que quería que le vendieran a precios razonables. Desde Gran Bretaña respondieron que la carne era para exportar y que los argentinos debían comer las achuras, chinchulines, riñones e hígado. Por eso mismo se popularizo el consumo de achuras ya que los obreros repartían a sus familiares y vecinos las sobras que les daban los británicos.
“Todavía comemos chinchulines por la guachada que nos hicieron los hijos de puta de los ingleses”
El principal problema que tenemos es que acá adentro tenemos “cipayos” que primero piensan en los de afuera y luego en los de adentro argumentó Samid. En el primer mundo, con las vacunas primeros pensaron en ellos y luego en mandarlas a los países más pobres, enfatizó.
Sobre el precio de la carne, Samid parafraseó al General Perón y dijo que un obrero debe trabajar por un 1 kg de carne por hora lo que determinaría que en una jornada laboral completa debería ganar 8 kg de carne cuando actualmente se trabaja por 1kg y medio por día.
“Este gobierno es peronista, yo lo apoyó pero tenemos muchos problemas”
Además pidió la estatización de la Hidrovía Paraná – Paraguay por donde se exporta gran parte de la producción argentina y los privados fomentan el contrabando para pagar menos carga tributaria.
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