Alberto Joaquín, el histórico dirigente peronista que dejó su cargo como vicepresidente de la EPE, rompió el silencio este martes.
El ex funcionario durante las administraciones de Jorge Obeid y Víctor Reviglio, entre otros, afirmó que su renuncia a la EPE “fue una decisión personal, nadie me la pidió, destinada a sacarle a la mafia sindical, que organizó un circo mediático para dañar al gobierno provincial, el único apellido de interés para instalar la idea de un vacunatorio VIP inexistente”.
Del mismo modo, Joaquín apuntó contra Ariel Pérez, el funcionario del Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. “El autor de la denuncia, Ariel Perez, sumariado por el director, fue el mascarón de proa de dirigentes inescrupulosos, políticos y sindicales que no trepidaron en lanzar denuncias falsas e injuriosas para desplazar al director del hospital”, disparó.
“Fui vacunado en forma correcta por mi edad, salud y el cargo que ocupaba en una empresa estratégica, donde mi primera tarea al asumir fue ocuparme que la EPE garantizara a los cientos de vacunatorios que se crearon, la seguridad del suministro eléctrico”, explicó el ahora ex funcionario.
Y cerró: “Hay que ser muy funcional a quienes armaron este circo para creer que una persona conocida como yo por mi trayectoria va a ir a vacunarse secretamente a un hospital público y permitir que se lo anote como personal de salud ¡Por favor, seré viejo pero no pelotudo!”.
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