Ignacio Astore ya está en funciones, fue quien encabezó el acto de presentación de las nuevas autoridades en el estadio cubierto, para mantener un primer contacto masivo y directo con todos los trabajadores de la institución, inaugurando una modalidad de comunicación interna entre los directivos y el personal del club. A los futbolistas los saludó antes del juego ante Lanús, en el vestuario visitante de la institución del sur del Gran Buenos Aires.
Quién brilló por su ausencia desde el momento en el que se enteró de su categórica derrota fue Cristian Damico. El ahora ex vicepresidente no solo que jamás se comunicó con Astore o algún miembro de su lista, sino que ni siquiera apareció por el club para aunque sea ayudar con la orientación administrativa a la gestión entrante.
La nueva comisión directiva se encontró con muchas deudas, “no nos sorprendió, sabíamos con lo que íbamos a encontrarnos”, dijo Astore. Según las primeras auditorías estarían confirmando un déficit superior a los 12 millones de dólares. Por ejemplo a los jugadores del primer equipo se les debe un millón y medio de dólares, siendo estas gestadas por la gestión Damico. Ahora se conversará con los futbolistas para resolver esta situación una vez que se sepa con precisión los fondos disponibles.
La anterior comisión directiva si se encargo de regularizar judicialmente y pagar en el marco del fideicomiso que se extendió desde 2009 hasta mayo pasado, pero no pasó más de eso.
Una bocanada de aire será la recaudación que se genere desde octubre por venta de abonos y palcos para los partidos de Liga Profesional, en la cuál aún falta determinar el aforo.
Además el nuevo presidente deberá afrontar el endeudamiento con dos ex entrenadores del club, Frank Kudelka y Germán Burgos, quiénes se desvincularon de la lepra con acuerdos económicos aún no se afrontaron. Es decir que se deberá abonar a tres entrenadores al mismo tiempo, incluyendo al actual Fernando Gamboa.
La llegada de Astore, como suele suceder con alguien nuevo, trajo consigo buen clima al club. En menos de cuatro días unos 100 hinchas se hicieron presentes en el club para hacerse socios y algunos más para tener su cuota al día. Además hasta el semblante de los empleados es distinto ya que muchos de ellos se sentían acosados por las exigencias que imponía el ex vicepresidente en su afán por ser presidente haciéndoselo notar en las urnas, afirmaron los nuevos dirigentes.
Lo que se tiene bien en claro que a fin de año se van a traer refuerzos ya que el equipo necesita sacar puntos para engrosar la table de los promedios. En tanto quedó claro Julio César Saldaña trabajará junto a Lucas Bernardi, en la confección de los futuros planteles de primera división .
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