En abril, Villa Gobernador Gálvez y buena parte de Rosario se quedaron sin agua durante varios días por la rotura de un acueducto de la empresa Aguas Santafesinas. El arreglo le costó a la provincia unos 35 mil dólares y la responsabilidad de la rotura fue de un empleado que había sido “ubicado” en el cargo poco tiempo antes por el Sindicato Obras Sanitarias.
El día en el que se produjo el inconveniente, en la zona de Amenabar y Moreno se convirtió en una “pequeña Venecia” por una enorme corriente de agua que empezó a brotar desde el acueducto que se había roto. Y se quedaron sin servicio las zonas macrocentro sur, sur y sudoeste de Rosario, así como Villa Gobernador Gálvez. Al mismo tiempo, se reportó reportaron baja presión en más barrios rosarinos.
El problema había nacido de la mala gestión técnica del Jefe de Aguas Santafesinas en Rosario, que había asumido poco antes en el cargo, sin tener la idoneidad necesaria. “No conocía cómo hacer su trabajo, lo había ubicado ahí el sindicato con un sueldo de tres millones de pesos. La rotura del acueducto no sólo le causó problemas a los vecinos, sino que le costó a la empresa unos 35 mil dólares; por eso se decidió que ese empleado se tome las vacaciones que tenía acumuladas y luego se retire”, planteó en off a Red Boing alguien que conoce los movimientos internos en Aguas Santafesinas.
La misma fuente agregó, finalmente: “Hay varios casos así. Son los acomodos y privilegios que defiende el gremio, que hoy llama a un paro. Pero también hay mucho personal bien calificado y ese es el que tiene que colaborar para que la empresa pueda recuperar la eficiencia”.
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