Tras eso fueron llevados rápidamente al Instituto Municipal de Salud Animal (IMuSA), dónde se les brindaron las primeras asistencias necesarias, como la desparasitación. Luego quedaron bajo el cuidado y alojamiento transitorio de la ONG Corazones Callejeros.
“Para que podamos intervenir en este tipo de situaciones es muy importante que los vecinos denuncien, cómo sucedió en este caso. Abordar hechos de maltrato animal para nosotros también es una prioridad, y en ese camino vamos a seguir”, destacó el secretario de Control y Convivencia del municipio, Diego Herrera.
Vale recordar que la Ley penal 14.346 señala que, de hallarse a los responsables de lo sucedido, se “podría establecer de quince días a un año de prisión”, lo que corresponde a quien “infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales”. Entre otras cosas, la normativa considera maltrato al hecho de “no alimentar en cantidad y calidad suficiente a los animales domésticos o cautivos”.
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