En lugares públicos o de acceso público, como medios de transporte o centros comerciales, a través de conductas o expresiones verbales o no verbales, con connotación sexual, las mujeres en argentina declaran haber sido víctimas de acoso callejero por lo menos una vez.
Así lo precisa el estudio “Ella se mueve segura” del Banco de Desarrollo de América Latina y datos del Observatorio Ni una menos de MuMaLá. En el país, la mitad de las mujeres desconoce que el acoso callejero es violencia y que en Argentina existe una pena para estas acciones.
Fue diez meses antes de la pandemia, el 8 de mayo del 2019, cuando el Poder Ejecutivo promulgó la ley 27.501 que incorpora el acoso callejero como modalidad de violencia hacia la mujer y lo incluye como delito dentro del Código Penal.
El acoso callejero es la violencia contra las mujeres en el espacio público: aquella ejercida contra las mujeres por una o más personas, en lugares públicos o de acceso público, como medios de transporte o centros comerciales, a través de conductas o expresiones verbales o no verbales, con connotación sexual, que afecten o dañen su dignidad, integridad, libertad, libre circulación o permanencia y/o generen un ambiente hostil u ofensivo.
Si bien no hay estadísticas oficiales sobre este tipo de acosos, si hay datos que ayudan a vislumbrar la gravedad de la situación: mujeres y disidencias empiezan a ser víctimas entre los 9 y los 22 años; el 50 por ciento sufrió comentarios sexuales explícitos y el 47 fue seguida por un hombre en alguna ocasión.
El 37 por ciento estuvo expuesta a que un hombre se desnudara o les mostrara sus partes privadas y la totalidad confió haber desplegado diferentes estrategias para sentirse más seguras en la vía pública.
Red Boing y Radio Boing le preguntó a las mujeres si alguna vez sufrieron este delito, si tienen miedo a la hora de salir a la calle y a los hombres si reconocen haberlo ejercido.
- ¿Es falta de información, dificultad de identificar al acosador?
En 2019, la organización feminista Mumalá encuestó a 800 personas para profundizar el fenómeno del acoso callejero y detectó que el 96 por ciento había sufrido este tipo de violencia mientras que el 81 por ciento se sintió inseguras o muy insegura en la vía pública, particularmente las mujeres, adolescentes, niñas y feminidades trans de entre 15 a 19 años.
El 76 por ciento de las consultadas se sintió más insegura de noche por la poca iluminación, por zonas poco transitadas o por la presencia de varones desconocidos, lo que les producía miedo a ser agredidas o atacadas sexualmente.
Como consecuencia, el 93 por ciento evita pasar por lugares oscuros, el 72 tener contacto visual con desconocidos y el 54 usar ropa llamativa, en tanto el 81 por ciento toma rutas alternativas para reducir riesgos.
- ¿Dónde denunciar?
En el país este tipo de situaciones se puede denunciar en la página Argentina.gob.ar en el apartado “acoso callejero”, mientras que Rosario cuenta con la línea 147 para poder denunciarlo de manera telefónica y a la brevedad o escribir en la app Rosario Responde.
Desde allí comunican al inspector, y éste se acerca al lugar, donde se labra el acta. En ese espacio de asesoramiento y contención se pueden contar situaciones de acoso en el transporte público, que brinda contención psicológica y asesoramiento a quienes elevan reclamos en taxis, remises y colectivos de la ciudad.
- Legislación rosarina
La ciudad cuenta con una sanción especial del acoso callejero y un proceso de concientización y educación de los infractores. En el Código de Convivencia promulgado por la Municipalidad de Rosario el 18 de noviembre de 2021, existe un apartado especial para estas situaciones.
En el artículo 143°, se pena al acoso realizado en cualquier lugar público u otros de acceso público con multa de 75 a 375 UF. A la que además le corresponde como pena complementaria, la realización de actividades educativas y concientizadoras, las que podrán ser propuestas en cada caso por la Secretaría de Género y Derechos Humanos.
En la consulta ciudadana hecha por Radio Boing y Red Boing algo queda claro y es que, pese a existir una legislación nacional, el acoso sexual callejero es una de las formas de violencia más naturalizada y las mujeres la padecen a diario, a tal punto que casi nadie lo denuncia.
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