El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social realizó durante el fin de semana más de 30 inspecciones en simultáneo en las ciudades de Santa Fe y Rosario en el marco de las acciones de control que está llevando adelante el gobierno provincial en lo que respecta a la implementación de los protocolos establecidos para la actividad de bares y restaurantes.
El Ministro de la cartera laboral, Juan Manuel Pusineri, destacó la capacidad de los distintos niveles del estado ya que los trabajos se llevan a cabo de forma conjunta con equipos municipales.
“Nos hemos puesto como meta cuidar la salud de los santafesinos protegiendo la actividad económica, es por ello que los operativos continuarán durante todo el fin de semana de manera sistemática. Vamos a ser muy estrictos y no descartamos apelar a la clausura de locales en aquellos casos en que consideremos necesario.”
Por parte del Ministerio de Trabajo el operativo estuvo a cargo del Subsecretario de Fiscalización Facundo Osia quien destacó que “en general el operativo fue positivo ya que en ambas ciudades vimos un alto nivel de cumplimento de las normas de distanciamiento social en el interior de los locales gastronómicos”.
En lo relacionado al control de la situación de los trabajadores en relación de dependencia, el funcionario informó que “las inspecciones permitieron comprobar que la gran mayoría cuenta con los elementos de protección necesarios, ha recibido capacitación respecto de las normas establecidas y la está cumpliendo”.
En cuanto a los operativos en Rosario, desde el Municipio contaron que se clausuran entre 3 y 4 locales por fin de semana, “la mayoría está habilitado como minimarket, es decir kioskos con mesas para sentarse, y en general se ubican en los barrios o en zonas más alejadas del centro”.
Este fin de semana, entre sábado y domingo se clausuró un minimarket de Salta al 2600 por encontrarse funcionando fuera de horario permitido. Se le puso la faja a un kiosco de 27 de Febrero al 1000 por encontrarse trabajando fuera de horario permitido y constatarse la venta de alcohol después de hora, al igual que en Doctor Riva al 1700, donde se clausuró un kiosco por encontrarse trabajando fuera del horario permitido por las restricciones. Por último, en Génova al 1000, se dictó el cierre de un bar por falta de medidas de seguridad y protocolo.
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