Un día como hoy pero hace veinte años, secuestraban al padre de Pablo Echarri. La pesadilla para la familia del actor comenzaba un 24 de octubre de 2002. Y duró una semana, hasta lograr la liberación. El actor estaba en la cumbre de su carrera, tras haber protagonizado varios éxitos en televisión y la película “Plata quemada”. La banda -se sabría luego- estaba compuesta por policías y ladrones, además de haber cometido antes otros secuestros.
El padre de Echarri tenía un puesto de diarios en el partido de Avellaneda y en ese lugar lo habían emboscado. Tenía 66 años y como su hijo atravesaba por entonces uno de sus momento de más fama, todos los canales de televisión se apostaron delante de la casa del actor apenas supieron del secuestro.
Sin embargo, el actor no quería tanta presencia mediática y estar obligado a dar explicaciones a los canales de noticias al mismo tiempo que tenía que negociar con los secuestradores: “Por favor, por la vida de mi padre. Quiten a la prensa de la puerta de casa. Les pido un manto de silencio y de piedad”, advirtió a los periodistas. Como no le hacían caso, un vecino suyo salió y les rogó a las cámaras, con un hacha en la mano: “El muchacho se los pidió de corazón. Tengan respeto. Si no se van, voy a cortarles los cables”.
Luego de haber negociado una cifra de 200 mil dólares por el rescate de su padre y haber conseguido que no haya móviles en su domicilio, Echarri tenía previsto salir de su casa a pagar a los secuestradores. Y allí recibió una llamada en la que le dijeron: “¿Juntaste la guita?”. El actor reconoció que era distinta la voz del negociador que había llamado en los primeros días y que el punto de encuentro también había cambiado. Sin embargo cumplió con lo acordado.
Pero al otro día, los secuestradores no cumplían su parte y el padre del actor no aparecía. En ese momento suena una nueva llamada con reclamo por el dinero para el rescate. “Ya les pagué”, les afirmó Echarri. Enseguida se dio cuenta que alguien había “mejicaneado” el pago.
Finalmente, la policía logró detener a cinco personas que habían cobrado de Echarri y que habían traicionado al resto de los secuestradores. Y al otro día, el 30 de octubre, efectivos de la Bonaerense pudieron rescataron a Echarri padre en una casa de Burzaco.
Tiempo después, el actor planteó que tuvo fobia y estrés postraumático. “A mí ese episodio me transformó. Hasta ese momento estaba en una nube de pedos. Pero la realidad es que los medios hicieron peligrar la vida de mi padre”, confesó. En esas horas tan difíciles, también se puso en juego la responsabilidad para informar, ya que hubo incluso medios que llegaron a dar por muerto al padre de Echarri.
Comentarios