Tomar sol es una de las actividades predilectas del verano. Mientras que algunas personas utilizan protector solar para cuidarse de los rayos, otras optan por colocarse aceites, cremas y diversos productos que aportan color con mayor rapidez. Sin embargo, este 2022 llegó con una nueva tendencia que lejos está de la estética.
Se trata del butthole sunning, una técnica que inició en California y revolucionó las redes durante las últimas semanas. En inglés, el término no resulta tan chocante. No obstante, si se traduce al español puede generar sorpresa, risa y hasta cringe, como le llaman los centennials a la vergüenza. Es que tomar sol por el ano, tal y como especifica el diario El Mundo, puede dejar atónitos a quienes se topan con el concepto.
“Broncearse la zona del perineo (el área entre el ano y los órganos genitales) es lo más en California. Sí, hay personas que, cuando ven salir un rayito, en lugar de su cara, ponen su culo al sol porque están convencidos de que la vitamina D tiene preferencia por esta zona y que así la van a sintetizar en grandes cantidades”, explica el medio con sede en Madrid.
Ra of Earth es el influencer que comenzó a difundir la nueva moda. A través de su cuenta de Instagram, el hombre asegura que exponer la zona directamente aporta una energía “inaguantable”. “Tan solo 30 segundos de luz solar allí te aporta más energía de la que recibirás estando un día entero al aire libre”, indicó en uno de sus últimos posteos.
De acuerdo con el periódico español, las fuentes pseudocientíficas de la peligrosa posición se ubican en el libro “The Teo of Sexology”, de Stephen Thomas Chagn. Entre las páginas del escritor asiático, se asegura que exponer los genitales “quita los gérmenes”.
Quemaduras y consecuencias
En diálogo con EL Mundo, el dermatólogo Eduardo López-Bran indicó: “No es conveniente tomar el sol en las zonas íntimas porque además de que éstas son muy sensibles, no están acostumbradas a recibir los rayos solares. Se pueden quemar fácilmente con el consiguiente riesgo de cánceres cutáneos a corto y largo plazo”.
Luego, añadió: “Además, hay que advertir que, incluso cuando se hacen tratamientos con rayos ultravioleta para tratar enfermedades dermatológicas, como por ejemplo la psoriasis, siempre se protege esa zona en el paciente para que no quede expuesta”.
Para concluir, el especialista recordó que “no hace falta” exponer áreas sensibles para adquirir vitamina D de forma correcta. “Una exposición moderada y la adecuada fotoprotección generalmente permite la absorción de suficiente luz”, concluyó.
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