El grupo musical Six60 cerró su gira con un recital en el Eden Park, el estadio más grande de Nueva Zelanda, donde no es necesario el distanciamiento social después de que la nación haya erradicado el coronavirus.
En el masivo espectáculo, se hicieron presentes sus eufóricos fanáticos que, sin mascarillas, disfrutaron de un evento de este tipo por primera vez en mucho tiempo. El mismo había sido anunciado como el mayor concierto del mundo desde que comenzó la pandemia.
El cantante Matiu Walters se presentó antes las 50.000 personas en el público y saludó con un: “¿Cómo están, Eden Park?”
“Es muy importante para nosotros, como seres humanos, poder reunirnos y cantar juntos las mismas canciones, nos hace sentir que formamos parte de algo”, expresó Lucy Clumpas, una de las asistentes.
Desde el inicio de la pandemia, el país registro 2.600 casos y apenas 26 muertes. Actualmente, casi a diario se reportan menos de 10 casos nuevos de COVID-19, en ocasiones, ninguno.
“Sabemos lo que es estar encerrado. Fue una mierda. Y no sabíamos si íbamos a poder volver a dar conciertos” “Pero somos afortunados, por algunas razones, aquí en Nueva Zelanda”, dijo Walters, el vocalista en una entrevista.
Walters dijo que les preocupaba que algo pudiera salir mal, que sus conciertos se convirtieran en eventos súper difundidos. Pero aseguró que no había mucho que hacer, aparte de cumplir las reglas y seguir las directrices del gobierno. La banda había presionado para que se modificaran las normas cívicas y se permitieran los conciertos en Eden Park.
El grupo esta en busca de mayor reconocimiento, y cuentan con una gira por Europa y el Reino Unido prevista para noviembre. Esperan que, para entonces, las cosas ante el Coronavirus sean diferentes, y haya muchos más lugares en el mundo donde puedan reunirse grandes multitudes para cantar.
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