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4 estrenos y el regreso de “Nueve Reinas” remasterizada

“Plan de retiro”

Plan de retiro paga muy cara su hibridez cuando tenía casi todo a su alcance para marcar alguna diferencia y destacarse frente a tanto cine aplicado al mismo tema, por lo general a las apuradas y sin demasiado compromiso.

Cuando quiere ser chistosa, todo luce demasiado serio, y cada vez que la trama adopta las fórmulas típicas del thriller todo resulta tan incongruente y por momentos hasta ridículo, por lo cual resulta imposible esconder frente a lo que se ve en la pantalla una sonrisa mordaz.

Lo que más lamentamos detrás de estas inconsistencias es la frustrada posibilidad de ver a Nicolas Cage jugando de nuevo a ser una gran parodia de sí mismo. Antes de hacer esta película había encontrado la mejor manera de mostrar y aprovechar esa veta en una película formidable, El peso del talento. Y alrededor de ese momento de gracia fueron apareciendo en Cage diferentes capas y dimensiones de agudeza e ingenio interpretativo: Pig, Renfield: asistente de vampiro, El hombre de los sueños.

El personaje de Cage en Plan de retiro pudo sumarse perfectamente a esta galería con solo verlo en su primera aparición: vestido con una guayabera, de gris cabellera desgreñada y barba completamente blanca, lo vemos tirado en la arena, indiferente a todo, viviendo como un vagabundo en una playa del Caribe.

La única razón que lo lleva a abandonar ese virtual retiro es un pedido de su hija, a quien no ve desde hace tiempo. Ella y su nieta ahora corren peligro porque manejan información valiosa, codiciada por una red criminal. Refugiarse en la isla con su abuelo no es suficiente para las mujeres, perseguidas sin cuartel por los malos de turno. Mientras tanto descubren que el viejo, para protegerlas, revela varios secretos ocultos de un pasado que jamás imaginaron.

Todo estaba servido para mezclar y batir los ingredientes de una buena comedia de acción apoyada en un personaje nuevo para Cage: el héroe avejentado. Antes del estreno, el director canadiense Tim Brown reveló que la película partía de una curiosa premisa: ¿Qué pasaría si John Wick se emborrachara durante 30 años en una playa alejada del mundo y, cerca de cumplir los 70, todavía se siente capaz de hacer las cosas que hizo durante su vida activa?

Cage luce desde el vamos ese aspecto deliberadamente avejentado y parece, al principio, dispuesto a divertirse con ese nuevo rol de jubilado en acción. Pero la acción evoluciona de un modo en el que se aprovecha poco y nada ese matiz. Todo empieza a caer en el lugar común más previsible y los pocos detalles distintos y curiosos aparecen de la manera menos oportuna o con una gracia que directamente no funcionan, como cuando Ron Perlman se pone a hablar de Shakespeare en el momento menos esperado. Hasta el absurdo tiene su propia lógica, que aquí se pierde.

Buenos actores (Jackie Earle Haley, Ashley Greene, Ernie Hudson) quedan desperdiciados entre tanta pereza. Se entiende que Cage no tenga en las escenas de acción la agilidad de otros tiempos, pero sus oponentes más jóvenes también pelean en cámara lenta. Así, es difícil creerles y jugar con los géneros.

Marcelo Stiletano.

En Showcase, Hoyts, Cinépolis, Monumental y Del Centro.

“Nueve Reinas”

Cosas que hay que saber sobre el reestreno de este clásico:

1- UN CLÁSICO ANTICIPATORIO. Estrenada originalmente el 31 de agosto de 2000, esta extraordinaria película de estafadores de poca monta de alguna manera anticipó lo que sería la explosiva crisis socioeconómica de fines de 2001 e inicios de 2002.

2- UNA ÓPERA PRIMA EXTRAORDINARIA. Bielinsky tenía ya 41 años cuando estrenó su primer largometraje porque había trabajado durante mucho tiempo como asistente de cineastas como Fernando Spiner, Carlos Sorín, Miguel Pérez, Marco Bechis, Eliseo Subiela y Mario Levin, entre otros. Nueve Reinas está considerada como una de las grandes óperas primas de la historia del cine argentino (y no solo argentino). Cinco años años después el director rodaría la no menos extraordinaria El aura, también con Darín, que sería sú último film, ya que murió de forma sorpresiva el 28 de junio de 2006 en San Pablo, Brasil, con tan solo 47 años.

3- UN ELENCO EXCEPCIONAL. Gastón Pauls (Juan/Sebastián) y Ricardo Darín (Marcos), acompañados por Leticia Brédice (Valeria), Tomás Fonzi (Federico), Elsa Berenguer (Berta) y Oscar Núñez (Sandler), encabezaron un reparto de una solidez, ductilidad y convicción pocas veces visto en el cine argentino.

4- UN ÉXITO NOTABLE. El film convocó en 2000 a más de 1.200.000 espectadores solo en los cines de Argentina (ese año terminó tercera solo detrás de Dinosaurio y Misión: Imposible 2). Además, según el sitio Box Office Mojo, en el resto del mundo recaudó 11,2 millones de dólares de aquella época (hoy, ajustado por inflación, sería un monto mucho mayor).

5- UNA REMAKE OLVIDABLE. Nueve Reinas ganó muchos premios y tuvo la citada buena repercusión comercial en unos cuantos mercados extranjeros (sobre todo Francia y España). Así, se compraron los derechos para una remake estadounidense cuyo resultado es francamente olvidable: Criminal, de Gregory Jacobs, con John C. Reilly, Diego Luna, Maggie Gyllenhaal y Maeve Quinlan, y producción de Steven Soderbergh y George Clooney, fue un rotundo fracaso de crítica y público.

6- CÓMO SE RECONSTRUYÓ LA IMAGEN. Tras su paso por el Festival de San Sebastián 2023, Nueve Reinas vuelve a las salas en copia remasterizada en 4K. La digitalización del film se hizo a partir de un escaneo cuadro a cuadro del negativo original de imagen de 35mm, conservado por la productora y el Museo del Cine de Buenos Aires. Bajo la supervisión de Marcelo Camorino -director de fotografía de la película- se realizaron trabajos de limpieza y restauración digital y una nueva corrección de color con el objetivo de recuperar los rasgos originales.

7- CÓMO SE RECUPERÓ EL SONIDO. La restauración del sonido, según explicó el especialista en el tema Guido Berenblum a OtrosCines.com, “consistió en la digitalización a partir del óptico Dígital Dolby SR-D, realizada en los Países Bajos”. El resto de los procesos se hicieron en la Argentina (estuvieron a a cargo del propio Berenblum, Manuel de Andrés y Pedro Lombardi). “La idea estética fue preservar el sonido original como fue concebido en su momento con la menor intervención posible que se alejara de edición y mezcla original. No se agregaron efectos, se procedió a atenuar ciertas distorsiones armónicas muy notorias, muy agresivas para los sistemas de reproducción actual y muy de la época en la que fue realizada”, agregó.

Diego Batlle.

Cines del Centro. Showcase. Hoyts.

“El bufón”

Basada en una trilogía de cortometrajes que alcanzaron popularidad en YouTube, El bufón apela a la construcción de un nuevo villano de cine de terror que pueda sumarse al selecto grupo que integran, entre otros, Freddy Krueger, Jason Voorhees y Michael Myers. Para lograrlo, el director y coguionista Colin Krawchuk mezcló varios elementos característicos de otras figuras como el traje de El Guasón de Todd Philips (un diseño pintoresco hecho a medida, impoluto, es el rasgo distintivo de este bufón omnisciente), la sonrisa inmutable de “The Grabber”, el protagonista de El teléfono negro de Scott Derrickson, y ciertos manierismos refinados reminiscentes a Sendler Man, personaje del que toma ese coqueteo con el humor negro, priorizando una atmósfera entre lúgubre y lúdica por sobre cualquier exceso de viñetas gore.

De este modo se nos presenta, en la efectiva primera secuencia, este ser que elige un pequeño pueblo como punto neurálgico para llevar a cabo sus diferentes modos de ataque, desde los más brutales a los subrepticios. El contexto tampoco elude los clichés: el film nos sitúa en Halloween y en la necesidad de dispersión de los habitantes en ese lugar que parece imperturbable. El primer azote del villano llega cuando un hombre intenta, mediante una comunicación telefónica, hacer las paces con una hija a la que abandonó años atrás. La malévola entidad apunta al Talón de Aquiles de su víctima, operando como una suerte de justiciero con la brújula moral que lo ayuda a decidir a quién castigar y a quién redimir. Ese padre que pide disculpas demasiado tarde se convierte, así, en la presa ideal a la que le quita la posibilidad de expiar sus culpas.

Esa introducción al universo del bufón y su modus operandi es interesante, sobre todo cuando entra en escena esa hija en duelo, Emma (Lelia Symington), quien va al funeral de su padre porque siente que debe, no así por un deseo genuino. En ese pueblo inhóspito se reencuentra con su media hermana y en ese momento el largometraje empieza a desajustarse. La primera charla entre ambas, demasiado extensa y anodina, nos habla de un vínculo que se vio resentido cuando su padre abandonó a Emma para formar una nueva familia, lo que afectó directamente el vínculo entre las jóvenes. Krawkuch, quien escribió el guion junto al protagonista del film, Michael Sheffield, suelta toda la información que considera relevante y lo hace con una torpeza que luego se trasladará a otras secuencias del film, aquellas en las que el bufón regresa para atormentar a Emma y aprovecharse de la disfuncionalidad familiar.

Como consecuencia, la película se vuelve mecánica, estéril, y el villano adquiere capacidades como la de imitar voces para seducir y luego perturbar a sus víctimas, aparece súbitamente para jugar con la psiquis de Emma y para amenazar la integridad física de su hermana. Aunque se percibe un intento de explorar los pormenores de una relación que se fortalece en medio del pánico, El bufón no es más que un registro superfluo de una figura que, lejos de atemorizar, no resulta más que una copia deslucida de otros personajes del género, infinitamente superiores.

Milagros Amondaray.

En Showcase, Hoyts, Cinépolis y Monumental.

 

“Habitación 404”

El 404 no es un número inocente: remite a un error frustrante representado en la pantalla de una computadora cuando no se puede entrar a una web por error en el link. El numerito se ha vuelto tan famoso que hasta fue protagonista de un mito urbano acerca de una habitación que lo tenía en su puerta y en donde aconteció una tragedia. Sin tomar esta historia como referencia, pero sí como inspiración, Habitación 404 ofrece una ensalada de géneros, más o menos bien condimentada pero con gusto a poco.

La premisa parte de un equívoco, que podría dar tanto para la comedia como para la tragedia. Luego de una noche de amigos y alcohol, Chan-woo (Oh Dong-min) se despierta en cama ajena, más precisamente en la de su vecina. Está solo, o casi: porque en el piso yace el cuerpo de un hombre bañado en sangre. En la cabeza del joven se acumula la desesperación sobre no saber qué pasó ni qué hace ahí, y más urgente: cómo va a salir del departamento sin que nadie lo vea, siendo un edificio sumamente concurrido.

Prácticamente todo el desarrollo de la historia sucederá dentro de ese cuarto, dándole al conjunto un inequívoco aspecto teatral. En la falta de locaciones y de personajes (aunque a lo largo del film aparecerán algunos más) está la necesidad del protagonista de cubrir el vuelo bajo del guion con un abanico de recursos no siempre efectivos. A pesar de que la esencia de la trama descansa dentro de los cánones del policial con algo de suspenso, el director y guionista Yeom Ji-ho insiste innecesariamente en salpicar el relato de comedia física, situaciones absurdas y actuaciones de trazo grueso. Sea para aliviar tensiones, para probar múltiples caminos o simplemente porque no se sintió seguro de la base argumental que él mismo creó. Independientemente de cual sea el motivo, no funciona en ninguno de los casos.

El primero y más emblemático de los muchos ejemplos de lo anterior es el intento infructuoso del muchacho de regresar a su departamento colgado de una soga por el exterior del edificio, con riesgo de caer al vacío. Las contingencias en torno a la idea pretenden ser entretenidas, pero no se condicen con la tensión de la situación segundos antes, cuando el mismo personaje se encuentra en la situación límite de descubrir un cadáver junto a él, en una habitación. Ambas ideas, por contrastantes, se anulan mutuamente dando paso a una situación híbrida, de las muchas que tendrá el film hasta su desenlace.

A pesar de sus dotes histriónicas, a Oh Dong-min le cuesta llevar solo el peso de la película, y por momentos su personaje se desdibuja, pasando de torpe e inconsciente a ridículo (para distraer a alguien que lo quiere matar se pone a rapear). Una resolución cuasi infantil que da por tierra por lo poco que se ha sabido construir.

Habitación 404 llega con impronta de propuesta de suspenso, aun cuando en su póster y premisa remitan a la saga cómica de ¿Qué pasó ayer? Sin embargo no llega a ser ni una cosa ni la otra, más bien se queda en una zona gris de divertimento para pocos: el director, los productores, los actores y no muchos más.

Guillermo Courau.

En Showcase y Cinépolis.

 

“Demon Slayer”

No es un día más para los fanáticos de Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba, ya que este jueves 22 de febrero llega una nueva película del animé a los cines. La cartelera para los fanáticos de este animé se renueva con “To the Hashira Training”.

“Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba -To the Hashira Training- proyectará por primera vez en cines el episodio 11 del Arco de la Aldea de los Herreros, mostrando así la conclusión de la feroz batalla entre Tanjiro y la Cuarta Luna Creciente, Hatengu, además de cómo Nezuko logra caminar bajo el sol. Le seguirá el episodio 1 del Arco del Entrenamiento de los Pilares, donde veremos el inicio del entrenamiento de los Pilares para prepararse de cara a la próxima batalla contra Muzan Kibutsuji, que se podrá ver por primera vez”.

La sinopsis continúa:

“Antes de comenzar con las siguientes líneas de opinión, debemos aclarar que no estamos ante una película convencional. Tal como sucedió el año pasado con “To the Swordsmith Village”, se trata de un evento en el que el estudio Ufotable muestra los dos episodios de la temporada anterior y el primero de la nueva, con motivo de adelanto. De esta manera, no hay un comienzo y un final.

Por supuesto, los fanáticos saben lo que van a ver y reconocen que solamente tendrán una probada del gran postre que será la temporada 4 del animé. Sin embargo, resulta algo frustrante ver la repetición de una misma estrategia. Por este motivo, la historia que se intenta contar es inconclusa, llegando a un “fin” a la hora y teniendo un reinicio al instante que desaprovecha el climax generado en los espectadores. Por lo tanto, un filme como el Arco del Tren Infinito sería lo que puede estar necesitando a futuro.

Más allá de estas sensaciones generadas, lo que se aprecia es un espectáculo visual y narrativo como solamente puede contar Kimetsu no Yaiba hoy en día dentro de la industria. Los lectores del manga tienen las pistas de lo que vendrá, pero no hay manera de no involucrarse con los personajes y hasta soltar alguna lágrima. La banda sonora aporta lo suyo para un resultado que es enormemente épico.

Las peleas y la animación parecían haber alcanzado su punto máximo con el Arco del Distrito del Entretenimiento, pero aquí suben un nuevo nivel. La experiencia de ver los últimos dos episodios del Arco de la Aldea de los Herreros en una pantalla grande es única y altamente recomendable para cualquier fanático”.

En Showcase, Hoyts, Cinépolis y Del Centro.

Fuente: Otros Cines, La Nación, Cinépolis.

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