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Todo Show

3 estrenos el último jueves de junio

Llega el chico de moda, Glenn Powell, con un remix de una historia conocida: el hombre que se hace pasar por espía para levantar minas, y tras su estreno mundial en la Mostra de Venecia 2023 y luego de haber recorrido muchos otros festivales y de haber pasado por salas de casi todo el mundo durante mayo, llegó el 7 de junio a Netflix en mercados como Estados Unidos y Reino Unido este notable nuevo trabajo del ecléctico director de “Escuela de rock”, “Boyhood: Momentos de una vida” y la trilogía “Antes del amanecer / Antes del atardecer / Antes de la medianoche”. Sin embargo, en la Argentina no estará disponible en el servicio de streaming, ya que este último jueves de junio se lanza en 42 cines. También el documental de Andrés Di Tella “Mixtape La Pampa” y otra vez Russell Crowe en modo exorcista, son los 3 estrenos de este jueves, aquí una selección de reseñas para elegir que ir a ver al cine, porque el cine se ve en el cine.

“Cómplices del engaño”

Mixtura de comedia romántica y policial, Hit Man / Cómplices del engaño es una lúdica, simpática e irresistible apuesta de Richard Linklater por cierto clasicismo hoy en vías de extinción de Hollywood. Como Steven Soderbergh, el creador de Bernie y Escuela de rock recicla y homenajea a los maestros (Lubitsch, Wilder, etc.) para concretar algo contemporáneo y vital.

En la historia de Gary Johnson (un extraordinario Glen Powell, también coguionista y coproductor), profesor universitario de Psicología y Filosofía en Nueva Orleans que paralelamente trabaja de forma encubierta para la Policía de la ciudad evitando asesinatos a manos de sicarios hay un personaje mucho más disfrutable y complejo de lo que en principio parece.

La idea de soñar y jugar a ser otro, de empoderarse, de creérsela al punto de llegar a ser ese otro, recorre un film que puede ser a la vez cómico, emotivo y -claro- muy romántico (ahí está la seductora Madison de Adria Arjona como complemento ideal). Y en el marco de una comedia de enredos orgullosamente disparatada hay lugar también para hermosos secundarios como el del celoso e iracundo Jasper (Austin Amelio).

Lejos de la búsqueda del prestigio -que es lo que obsesiona a muchos autores cuando llegan a la madurez de sus carreras-. Linklater nos regala una película leve e inteligente a la vez, que fluye con elegancia, frescura. Desprovista del regodeos, solemnidades, imposturas y afectaciones, Hit Man es un film aparentemente (solo aparentemente) menor, pero que está hecho con la gracia y el talento de un cineasta mayor.

DIEGO BATLLE.

EN SHOWCASE, CINEPOLIS, HOYTS Y DEL CENTRO

 

“Exorcismo”

Es probable que la historia que aparece como telón de fondo del estreno de Exorcismo sea mucho más interesante que la película en sí misma. Al parecer, el definitivo impulso llegó con el inesperado éxito de El exorcismo del Papa (2023), uno de los tantos títulos singulares que Russell Crowe protagonizó en esta etapa crepuscular de su carrera. El suceso pasó de la pantalla a las plataformas, y luego a un desfile de memes en las redes sociales que generó semejante entusiasmo que ya se encargó una secuela. Ese extraño fenómeno determinó el destino de Exorcismo, una especie de metarrelato sobre un actor otrora famoso –y caído en desgracia por adicciones- elegido para interpretar a un sacerdote en una película de terror satánico. “Cine dentro del cine” podría ser la breve definición, y también la coartada para estrenar esta película demorada desde su rodaje en 2019 cuyo destino inicial de plataforma terminó cambiando por un aterrizaje en salas.

Pero Exorcismo tiene otro germen aún más significativo. El director Joshua John Miller es hijo de Jason Miller, el actor que interpretó nada más ni nada menos que al padre Karras en El exorcista (1973), hito popular de William Friedkin y madre de todos los clásicos del terror satánico. Y eso queda en claro cuando pensamos en el punto de vista que ofrece la película. La historia comienza con un breve prólogo. Un actor repasa sus líneas mientras recorre un imponente set de filmación. Sube las falsas escaleras mientras repite rezos y admoniciones en soledad. De pronto, un golpe de efecto y la voz cavernosa de su reemplazante confirma el destino trágico escondido en ese ensayo interrumpido. Su sustituto es Anthony Miller (Russell Crowe), un actor desempleado y con problemas de conciencia luego de la muerte de su esposa y el distanciamiento de su hija Lee (Ryan Simpkins). Es ella quien va a contarnos esta historia.

El punto de partida de Exorcismo es prometedor. Un actor cuyos fantasmas lo convierten en el perfecto candidato para interpretar a un sacerdote atormentado. Están los abusos silenciados de su infancia como monaguillo, su éxito adulto signado por la irresponsabilidad y las adicciones, el tormento de su presente por el fracaso profesional y la desintegración familiar. La entrada en la oscuridad interior del personaje se produce con astucia visual, un uso adecuado de la penumbra en los escenarios y la ambigüedad del tiempo que ofrece el punto de vista de Lee, adolescente que busca la posible reconciliación con su padre. Pero a medida que comienza el rodaje de esa película que obnubila a Anthony, la tentación de circunscribir su crisis a los efectos más pedestres del terror, a lecturas bíblicas y golpes sonoros, y a una estética fronteriza con la parodia, recluye a la película de Miller en la trampa de sus propias falencias.

Crowe sostiene a su personaje con convicción durante su lento descenso a los infiernos de la culpa –subtexto explícito de la posesión-, pero su oficio no alcanza para ofrecer unidad a una historia nutrida de fragmentos dispersos de una experiencia personal –la del director y su célebre padre-, adherida a la del medio y su lenguaje –la distancia que ofrece el mismo concepto de metarrelato-, y desaprovechada en el intento de explotar el consumo irónico y sacar algún meme efectivo antes que una buena película. El impacto de Exorcismo en el corazón –y en el humor- de los espectadores tendrá la última palabra, pero dentro de los límites de la pantalla, el resultado no parece muy inspirador.

PAULA VÁZQUEZ PRIETO.

EN TODOS LOS COMPLEJOS.

 

“Mixtape La Pampa”

Este es el diario de un viaje por La Pampa, tras las huellas de Guillermo Enrique Hudson, alias William Henry Hudson. Se trata de una figura enigmática, llena de paradojas. Fue un gaucho argentino que se convirtió en escritor inglés. Combatió en el ejército contra los “salvajes” pero también los defendió. Escribió obsesivamente sobre su tierra natal, pero nunca volvió. En las idas y vueltas del camino, se mezclan la especulación documental, la historia de Argentina, la memoria personal… y los sueños.

“Mixtape La Pampa enaltece la tradición del cine ensayo, porque plasma felizmente la generosidad de una vía del documental en la que el archivo, el registro, la voz en off, los personajes ocasionales, la cita musical y literaria se ordenan estéticamente al servicio del asombro y el placer. Basta quedarse con el pasaje en el que Don Borges, de 97 años, explica su proyecto de vida para apreciar cuán dadivoso es el film para con el público. ¿Cómo no conmoverse con el esfuerzo de un anciano en construir escenarios en miniatura que representan todos los lugares en los que trabajó y todas las máquinas que operó? De esos fragmentos indelebles está hecho el nuevo film de Di Tella, probablemente la película más libre y hermosa de toda su carrera”, dice nuestro amigo Roger Koza, crítico y programador de festivales, sobre la producción de Andrés Di Tella.

EN EL CAIRO.

 

Fuente: Otros Cines, La Nación, Cinépolis.

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